El palacio consistorial de Ferrol acogió ayer el pleno ordinario del mes de noviembre, una tensa sesión que estuvo caracterizada por la aprobación de los presupuestos para el próximo ejercicio.
El encuentro arrancó con un minuto de silencio por la última víctima de violencia machista, tras lo cual tomó la palabra Hortensia Freire en representación de los sindicatos CIG y CSIF en el Consistorio. Así, la portavoz de la parte social se hizo eco de las acusaciones de presiones del gobierno local para priorizar expedientes, además de criticar la falta de negociación en los cuadros de personal y las tablas retributivas del Consistorio.
Una vez finalizada la intervención de la representante sindical se inició el debate sobre las cuentas de 2025, que ascienden a 91,9 millones de euros y que contemplan el inicio de grandes proyectos como la Cidade do Deporte, “Abrir Ferrol ao Mar” o el saneamiento del rural.
De este modo, la encargada de defender los presupuestos fue la edila responsable del área de Facenda, Susana Sanjurjo, que incidió en que el gobierno local estaba cumpliendo con su objetivo de sacar adelante unos por año, destacando que en 2025 podrán licitarse la ejecución de los grandes proyectos en marcha. Se trata, insistió, de unas cuentas “ambiciosas”, insistiendo en la necesidad de realizar un “esforzo inversor extraordinario”.
Durante el turno de réplica, los portavoces de los grupos de la oposición –Jorge Suárez por FeC, Iván Rivas por el BNG y Ángel Mato por el PSOE– volvieron a criticar al grupo de gobierno la similitud de los presupuestos con los de 2023 y 2024 y el bajo nivel de ejecución de inversiones, especialmente en este último, además de acusar al Concello de centrarse en los grandes proyectos y olvidar a los barrios. Un punto en el que coincidieron las formaciones fue en afear a Sanjurjo el alabar las partidas de la Xunta y ningunear las de la Diputación y del Gobierno central, recordando que intervenciones como la humanización de As Pías o el nuevo local social de Serantes provienen del Plan de Recuperación, Transición y Resiliencia.
El turno de réplica continuó con un cruce de acusaciones entre el ejecutivo local y la oposición en el que Sanjurjo, por una parte, defendía que las cuentas eran de carácter plurianual –por lo que los proyectos se contemplan en varios ejercicios–, mientras que por parte del resto de grupos se denunciaron, entre otros puntos, el incremento en los impuestos y la recaudación de multas, la falta de inversiones en temas como el empleo y la vivienda o la dependencia de los contratos menores y las subvenciones nominativas.
Así, tras una acalorada discusión, los presupuestos salieron adelante con los trece votos favorables del gobierno y los doce en contra de la oposición.
Los dos siguientes puntos, la dación de cuenta de la ejecución presupuestaria del tercer trimestre de 2024 y el control financiero de 2023, fueron una continuación del debate previo. Por parte del ejecutivo local volvió a tomar la palabra Susana Sanjurjo, mientras que del resto de grupos solo intervino el edil socialista Rafael Fernández en lugar de Ángel Mato.
De este modo, Sanjurjo detalló que se había registrado un mayor grado de ejecución de ingresos y gastos y que, en general, los datos habían sido positivos, siendo mayores los derechos reconocidos netos que las obligaciones –52,1 millones frente a 46,6, respectivamente–. En el extremo opuesto, Jorge Suárez cuestionó a la edila sobre el número de contratos ejecutados y qué parte de esos fondos eran para pagar a funcionarios y proveedores. Rivas, por otro lado, centró su intervención en las modificaciones de crédito que salen adelante sin negociación y la subida de impuestos a los vecinos mientras no se cobra a entidades como la Autoridad Portuaria o Emafesa. Fernández Beceiro, por último, recordó que la ejecución de 2023 fue más alta que la actual por los proyectos heredados del anterior mandato y en el gasto que suponen los “once asesores” con los que cuenta ahora el Concello.
Así, en el turno de réplica Sanjurjo acusó a la oposición de “mezclar datos”, insistiendo en que operan bajo una hoja de ruta para todo el mandato. Las últimas intervenciones fueron para solicitar un cambio de tono de la edila popular.
En cuanto al control de 2023, el gobierno local defendió la “tendencia” a la reducción del número de reparos y que, en la auditoría realizada a Emafesa, se constató que no hubo “incumprimentos contables”. En las respuestas de la oposición, muy similares a las del anterior punto, se incidió en el incremento del período medio de pago, de las cuantías de las facturas sin contrato y en el informe de Intervención en el que se alerta de que se están superando los límites legales de horas extra en el Concello.
Por último, antes de entrar en el debate de las mociones, se abordó la imposición de contribuciones especiales para la ampliación del servicio de Bombeiros de Ferrol, que, al haber sido tratado en comisión, fue aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos.