El aparcamiento es, a día de hoy, una de las principales asignaturas pendientes del gobierno local de Ferrol. Si bien durante los últimos años se han abierto numerosos parkings disuasorios en puntos estratégicos de la ciudad naval –como el de Canido, el de San Xoán o los dos que se están construyendo en el entorno del puerto–, el volumen de vehículos existentes en el término municipal excede la capacidad de buena parte de los barrios.
Uno de los activos más importantes del área a este respecto es el estacionamiento del mercado de A Magdalena, de titularidad pública aunque gestionado por una empresa privada. No obstante, como señaló ayer la concejala responsable del departamento de Facensa, Susana Sanjurjo, esta prestación lleva “muchos años sin contrato”, por lo que era fundamental su regularización. De este modo, el mes pasado –concretamente el día 15– arrancó la licitación de los servicios auxiliares “para a xestión e control” de estas instalaciones.
Según recoge la Plataforma de Contratación del Sector Público, se trata de un encargo con una duración de un año, pero se contempla la posibilidad de prorrogarlo durante tres años más. El coste, por tanto, ascendería a 190.085,53 euros por cada ejercicio –230.003,49 con impuestos–, por lo que el valor estimado del mismo se situaría en los 760.342,12 euros. Asimismo, las empresas interesadas en presentar sus ofertas podrán optar a este encargo hasta la medianoche del próximo día 13.
“Cuando llegamos [al gobierno] había más de 50 servicios sin contrato y se pagaban más de 32 millones de reconocimientos extrajudiciales”, explicó la concejala Susana Sanjurjo, añadiendo que uno de los principales objetivos del actual ejecutivo ferrolano es “cambiar esta situación” y que este contrato “es un ejemplo de ello”. De esta forma, apuntó la edila, con esta inversión se busca, de cara a los próximos cuatro años, ofrecer a los vecinos una prestación “de calidad y con todas las garantías”.
Asimismo, al margen de esta licitación, Sanjurjo adelantó que desde el gobierno local se está trabajando para dotar a este estacionamiento de una Terminal Punto de Venta (TPV) para que los vecinos y visitantes puedan abonar su estancia en las instalaciones con tarjeta.
En cuanto al contrato en sí, su pliego de prescripciones técnicas detalla que el objeto del mismo es “a prestación dos servizos auxiliares necesarios para o funcionamento do aparcadoiro”, tales como el cobro a los clientes; el manejo y control del sistema de acceso y salida del estacionamiento; ofrecer información, asistencia y orientación a los usuarios; comprobar el estado de este activo o la vigilancia.
En lo referente a las condiciones para optar a este contrato, el documento ofrece una relación detallada de los servicios y actuaciones que tanto la empresa como sus empleados tienen que realizar. En este sentido, resultan destacables dos apartados: por un lado, el derecho de subrogación de los empleados que trabajan a día de hoy en el aparcamiento –un encargado, tres ayudantes de mantenimiento y otros tantos agentes de seguridad–. Por otro, también se incide en que la compañía es responsable de cumplir con toda la legislación laboral de sus empleados y que, en caso de conflicto, deberá mantener informado al gobierno local para el establecimiento de servicios mínimos.
En términos ya más generales, la compañía también debe encargarse de proveer a sus trabajadores con uniformes, así como de aportar todo el material de oficina y “consumibles informáticos” necesarios para el buen funcionamiento de las dos zonas que componen el aparcamiento –la Este, que es la propia del mercado y cuya salida es por la calle Igrexa; y la Oeste, en Irmandiños–. Asimismo, el pliego recuerda que este segundo está abierto las 24 horas todos los días del año, mientras que el primero solo opera durante el día –de 08.00 a 22.00 horas– con excepción de los miércoles, jueves y viernes de Semana Santa, en los que se podría ampliar hasta las cuatro de la madrugada.