Desde su nacimiento, el centro comercial Porta Nova, en la plaza del Inferniño, no ha podido cumplir sus dos objetivos fundamentales, “servir de revulsivo urbanístico a la zona y ser rentable económicamente para los operadores allí instalados”, como explica el concejal de Urbanismo, Francisco Pita-Romero. Por estas razones, y ya desde el gobierno anterior, se ha hablado de remodelar el centro, de titularidad municipal. 

El proyecto, que afectará a todo el entorno –plaza del Inferniño, viales colindantes y centro cultural Carvalho Calero–, será elaborado  por un grupo inversor aún por concretar, en colaboración con la concejalía que dirige Pita-Romero. Según el gerente del centro comercial, Roberto Armada, “las conversaciones están a punto de acabar, ya que hay cuatro prestigiosos grupos inversionistas interesados y será cuestión del que más se acerque a nuestra postura”. 

Gracias a la nueva Lei de Ordenación Urbanística de 2002, en el espacio que ocupan el centro comercial, la plaza, el Carvalho Calero y los viales (unos 35.000 metros cuadrados) se podrían edificar un máximo de 26.000, con lo que Porta Nova podría verse ampliado en 19.000 metros cuadrados, pues ahora, la superficie comercial es de 7.000. Otra de las posibilidades que se barajan es la de que el centro comercial empiece en la carretera de Castilla para no estar tan apartado y para que se pueda construir sin tener que cerrar el otro previamente.