El personal de Emafesa localizó la avería en una de las principales arterias de suministro de agua a la ciudad en torno a las nueve de la noche, después de cinco horas de intensos y delicados trabajos de excavación, en un espacio delimitado de dos metros cuadrados. Tal y como se preveía, el problema se localizaba en la unión entre dos tuberías de fibrocemento de mucha antigüedad, situada a cerca de dos metros de profundidad, que estaba rajada y perdía una gran cantidad de agua.
Los trabajos se iniciaron a las cuatro de la tarde, cortando al tráfico uno de los dos carriles de la carretera de Catabois, a la altura de la confluencia de la calle Anduriña. Por lo tanto, los vehículos tenían que discurrir alternativamente por uno de los carriles, a través de una regulación mecánica por medio de semáforos de obra.
A lo largo de todo el tiempo hubo caravanas de cierta consideración, que a últimas horas de la tarde alcanzaron grandes dimensiones, que no sólo afectaron al vial de Catabois, sino a otros que confluyen en el mismo, como es la avenida de Santa Mariña y la calle Virgen de la Cabeza.
En cuanto a las obras, a las nueve de la noche ya se había localizado la avería, que afectaba a una tubería de 700 milímetros de diámetro, y hasta las once, que era cuando estaba previsto cortar el suministro de agua, se estuvieron realizando trabajos de limpieza de la zona, a fin de acometer la reparación en el menor tiempo posible.