La jornada de hoy, Domingo de Resurrección, se caracterizó por el alto flujo de visitantes en la ciudad naval exprimiendo los últimos compases de la Semana Santa, pero también por un inusitado número de incendios, tanto en el casco urbano como en el entorno rural de Ferrolterra.

Comenzando por el fuego forestal, tal y como informó la Consellería de Medio Rural, este tuvo lugar sobre las 05.30 horas en la parroquia pontesa de O Freixo. Las llamas, cuyo origen todavía se está investigando, afectaron a un total de 23 hectáreas –unos 230.000 metros cuadrados– de monte raso y arbolado. Según señaló la Xunta, los primeros medios desplazados hasta el punto fueron tres agentes forestales, ocho brigadas, siete vehículos motobomba, una pala excavadora y dos aviones anfibios. A medida que avanzaba la jornada, se sumaron a las labores de extinción los profesionales del cuerpo de Bombeiros do Eume, que aportaron al operativo un camión de bomba nodriza y Vehículo Urbano Ligero (VUL).

Así, sobre las 14.00 horas, se unieron a los medios desplazados dos helicópteros de Medio Rural, un agente, otros ocho brigadas y una octava motobomba, lo que permitió finalmente estabilizar el incendio. Al cierre de esta edición, y sin unidades adicionales movilizadas, el fuego se declaró controlado, pero no extinguido, sobre las 18.20 horas. Cabe señalar que, afortunadamente, las condiciones meteorológicas ayudaron enormemente en la intervención, con vientos muy ligeros hasta bien entrada la tarde y unas temperaturas en descenso frente a las jornadas anteriores.

Fuegos en Ferrol

Por otra parte, en el núcleo urbano de Ferrol se registraron a última hora de ayer y a lo largo de todo el día de hoy hasta tres incendios de diversa consideración –hubo un aviso de un cuarto en el entorno de A Malata, pero resultó ser una falsa alarma–.

El primero de ellos, según detalló el Centro Integrado de Atención ás Emerxencias, tuvo lugar a las 22.30 horas del sábado en un piso de la calle Fonte da Greza, en el barrio de Caranza. Al parecer se trató de un fuego de escasa magnitud con origen en la cocina del inmueble, posiblemente por una tartera olvidada. Las llamas, apuntó el 112, apenas provocaron daños materiales, pero una de las habitantes del piso, que trató de apagar el incendio por sus propios medios, tuvo que ser trasladada al hospital Arquitecto Marcide al sufrir una intoxicación por la inhalación de humo.

Horas después, sobre las diez de la mañana de ayer, tuvo lugar el segundo incidente, en este caso en el primer piso del número 106 de la calle Nueva de Caranza. El incendio, como explicó el 112 y más adelante corroboraron los bomberos, fue provocado por la explosión de la batería de un móvil que se estaba cargando conectado a la corriente. Se trató del suceso de mayor envergadura de los tres, afortunadamente sin heridos, dado que las llamas no solo calcinaron por completo la habitación donde tuvo origen, sino que también afectaron a parte de la estructura del edificio –principalmente la estabilidad de la primera y segunda planta–.

Por último, se registró un tercer incidente minutos antes de las tres de la tarde en un edificio de la avenida de Castelao, donde el cuadro eléctrico, posiblemente por una sobrecarga, comenzó a arder, aunque afortunadamente apenas provocó daños.