La jornada de ayer marcó dos hitos en el conflicto laboral entre el Concello y los trabajadores de Parques y Jardines: el inicio de la segunda semana de huelga indefinida del colectivo y el comienzo de los servicios mínimos en la ciudad. Este último punto, no obstante, quedó paralizado, según asegura la representación sindical de los empleados, por la propia empresa adjudicataria del contrato, que habría impedido el acceso a las instalaciones de la UTE a los trabajadores.
Así, el portavoz del colectivo, Sindo Pena, explicó que, durante un piquete informativo a las puertas del local de la empresa, descubrieron que dichas instalaciones “estaban cerradas”. “El gerente estaba allí en la puerta y no se disponía a abrirlas”, aseguró Pena, señalando que éste afirmaba que “no abría la cerradura” y que, a causa de ello, los trabajadores encargados de los servicios mínimos no pudieron desempeñar su labor al no poder acceder a sus equipaciones, herramientas y vehículos. “Entendemos que es una falta de previsión por parte de la empresa no abrir las instalaciones, salvo que pretenda achacarnos a nosotros la culpa de que esos servicios mínimos no puedan tomar posesión”, señaló el portavoz, criticando que desde la firma “ni se molestaron en abrirla [la cerradura], ni en llamar a un cerrajero”. Asimismo, desde el colectivo se han desvinculado de esta situación.
Paralelamente, un grupo de trabajadores se manifestó durante la mañana de ayer en el interior del edificio consistorial; una protesta avisada con antelación que, pese a comenzar en el exterior del Concello, se desplazó a las escaleras principales del edificio para no afectar a los viandantes y visitantes de Ferrol durante estas fechas.
Por otra parte, las críticas de los diferentes grupos municipales a los incidentes del pasado sábado –cuando la Alcaldía pidió a la firma Urbaser, responsable del servicio de recogida de basura, que se hiciera cargo de los restos de basura encontrados en numerosos parques de la ciudad– continúan sucediéndose. Por un lado, desde el Partido Popular se criticó la decisión del alcalde, Ángel Mato, aseverando que revela una actitud “propia de un gobierno desbordado y sobrepasado”. El concejal popular Alejandro Padilla censuró el retraso en convocar los servicios mínimos y que intentase “salvar su imagen dando órdenes con nocturnidad y alevosía”.
El BNG, por su parte, no limitó sus críticas al colectivo de Parques y Jardines, sino que también hizo referencia a los trabajadores de Bibliotecas y Deportes, instando al gobierno local a “mudar a súa actitude” frente a los problemas de estos profesionales. Así, la formación instó al Concello a que “adopte as medidas oportunas” y “dialogue” con los empleados, señalando de nuevo que una potencial solución sería la remunicipalización de los servicios.
Finalmente, el portavoz de Urbanismo, Julián Reina, reiteró, tras la Xunta de Goberno Local, la postura del consistorio frente a los hechos del pasado sábado. Reina insistió en que “en ningún momento se vulnerou o dereito a folga” de los trabajadores y que no se desarrollaron servicios de este colectivo, sino de recogida de residuos sólidos urbanos.