José Luis Cuba Crespo (Vilalba, 1964) acaba de presentar en su casa, Mugardos, donde pasó la mayor parte de su vida, su primer libro “Cogomelos da terra de Ortegal”, una completa guía de bolsillo en la que hace un repaso exhaustivo a las especies de setas y hongos que nacen en la zona de Ortegal. Asegura que los ejemplares que se encuentran en tierras orteganas son similares a los que hay en el resto de la comarca, de ahí que la guía no se circunscriba solo a aquella zona.
Hablamos como él sobre este nuevo proyecto, que compagina con su faceta de músico profesional–es bajista en la orquesta Principal– y su éxito como youtuber micológico.
¿Cómo se embarca en esto?
Pues por mediación de la Asociación Terras do Ortegal, que querían que hiciera un pequeño documento para su revista, de unas veinte páginas, y yo les dije que ya puestos mejor hacer un libro en condiciones y no algo a medio camino. Los animé, pese a que el tema micológico es de minorías aunque cada vez menos, y se decidieron a publicar el libro. Lamentablemente llegó la pandemia y se quedó el tema parado y lo hemos retomado, incluyendo una profunda revisión.
¿De quién se ayudó para hacerlo?
El libro es fruto de mi experiencia de años. Está en gallego y necesité ayuda, porque mi gallego es de andar por casa, y entonces, el experto micólogo José Manuel Castro Marcote, que también me hizo el prólogo, me ayudó con traducciones al gallego de parte de la terminología científica y también me serví de la colaboración de una profesora del CEIP San Valentín, de Fene, que es licenciada en filología gallega.
¿Qué le une a Mugardos?
Pues aunque yo ahora vivo en Ortigueira, en Mugardos tengo mi casa, mi madre y mi hijo. Mi vínculo con esta tierra es muy fuerte. No obstante, habrá otras presentaciones en próximos días, en O Barqueiro, en Mañón y en la AVV de Piñeiros, en Narón, donde suelo colaborar ofreciendo cursos.
¿Qué nos puede contar del libro?
Pues se trata de una guía de bolsillo muy sencilla, de un tamaño muy manejable para poder llevar en la mano y poder transportarla en una mochila. Muy sencillita y apta para quien se quiera iniciar en la micología. Se habla sobre el hábitat, biología y morfología de los hongos así como las características organolépticas de los mismos. Se incluye, además, una descripción de especies dentro de varias clasificaciones.
También habla de gastronomía en el libro, ¿no?
Por supuesto, es algo que me encanta. No podía faltar la parte dedicada a la gastronomía, por eso se incluye en la guía un pequeño recetario con variadas propuestas culinarias. También se incorpora un glosario y una página dedicada a la bibliografía que yo he ido recopilando en los últimos años de estudio de los hongos y las setas.
¿Veremos fotos de especies?
Si, como no podía ser de otro modo para una guía de este tipo, se incluyen fotos que fui haciendo yo, curiosamente con un móvil algo desfasado. Pero quedaron muy bien y se ven tipos de ejemplares y diferentes elaboraciones de platos.
Cada vez hay más afición a las setas. ¿Diría que eso es bueno?
Es bueno que haya interés, por supuesto, pero siempre que se actúe con cabeza y no como un kamikaze. No todo el mundo sabe lo qué hace. De todos modos, tengo que decir que yo mismo fui un poco así en su día, cuando me iniciaba. Pero claro, éramos dos personas los que recolectábamos setas, había muchísimo y no éramos capaces de abarcar todo. Ahora yo tengo muchos pupilos nuevos cada año y cada vez hay más gente que está ansiosa por salir a recolectar, sobre todo porque una vez que conocen el valor culinario de algunas de estas setas silvestres, la gente se anima a hacer los cursos de micología y también necesitan salir al campo.
¿Diría usted que la pandemia, puso en valor el monte?
Sin duda, la gente tiene necesidad de salir y disfrutar de la naturaleza y recolectar setas es una forma estupenda de aprovechar esos paseos, pero siempre que se haga con conocimiento.
¿Se animará con otro libro?
Pues he de decir que estoy trabajando en la elaboración de otra guía, pero dedicada a la zona de As Pontes y de mano de la Diputación de A Coruña. Es un trabajo algo más complejo que este primer libro, con 300 páginas, casi el doble de las que tiene “Cogomelos da terra do Ortegal”, que alcanza las 166.
¿Da para tanto este mundo?
Sin duda; y para más. Hay mucho de lo que hablar, por especies podría irme hasta las mil páginas, pero sería horrible para un libro y lo que se busca es hacerle cómodo a la gente su lectura y que aprendan.
¿Cómo ha sido la campaña este año?
Mala, muy mala. Las temperaturas y la lluvia llegaron cuando no tenían que hacerlo. Ha sido especialmente mala.
¿Qué tal le va con su faceta de youtuber?
Me va muy bien. Me gusta hacer estos videos. De hecho, en breve voy a subir uno de esos que tienen mucho tirón, recogiendo macrolepiótas que después cocinamos en una casa rural. Subo uno al mes y nunca sabes cómo va a funcionar cada vídeo. Si son algo más didácticos y con especies más conocidos, se ven mucho menos con visualizaciones de entre los 3.000 y los 12.000.
¿Cuál es el más visto?
Pues el video “Paseando polo Xistral”. Lo grabé con el cocinero y gran amigo mío Antonio Díaz y con mi hijo. En la foto de portada se me veía a mí con cuatro cestas con buena cantidad níscalos y boletus, y en muy poco tiempo se superaron las 100.000 visualizaciones; una pasada. Esto es así, nunca sabes. Pero de Youtube me quedo con lo que me ofrece desde el punto de vista personal, ya que me permite conocer gente nueva, algunos de los cuales ya me han manifestado su deseo de venir a hacer salidas conmigo procedentes de diferentes puntos de España. Además, gracias al canal, este año me invitaron para dirigir unas salidas en los montes asturianos de Los Oscos, donde regresaré el próximo año. Quedé muy contento, la verdad.
Nota: El libro lo vende el colectivo cultural Terras de Ortegal al precio de 15 euros. Y también se pueden solicitar ejemplares en las diferentes presentaciones.