La Semana Santa de 2023 deja atrás definitivamente el covid pero se topa con las obras en la calle de la Iglesia, en el barrio de A Magdalena, y de San Francisco, en Ferrol Vello, que obligan a cambiar recorridos e incluso la fecha de una de las procesiones. Es una situación que tiene muy preocupadas a las cofradías por las dificultades logísticas y por la imagen que se da de la ciudad al visitante, así como por las dificultades para que miles de personas se muevan por el centro.
La Junta presentó ayer las novedades para la celebración de este año (comienza el Domingo de Ramos, 2 de abril) y las quejas se filtraron en las distintas intervenciones, unidas a la indignación por el uso del nombre de la Semana Santa y de la imagen de los penitentes para la cartelería de la feria que se llevará a cabo en el Cantón entre los días 30 de marzo y 10 de abril. El presidente de la Junta, César Carreño, pidió su retirada, por lo menos en los lugares por los que circulan las procesiones. “Los miles de visitantes que van a venir a Ferrol se lo van a encontrar empapelado con un bodrio de cartel donde aparece un capuchón y al lado pulpería no sé qué. No se puede utilizar el nombre de la Semana Santa de Ferrol y un capuchón para cualquier evento, sobre todo privado”, comentó.
La actividad continuó por la tarde en el Jofre con la lectura del pregón por parte del escritor y periodista Ramón Loureiro. El acto incluyó además la entrega de las medallas de oro de la Junta a quienes la presidieron desde su fundación en los 90 y que lograron una unidad y un ambiente de trabajo que ha dado como resultado lo que la Semana Santa es hoy, una Fiesta de Interés Turístico Internacional con miles de personas en la calle, como cofrades o como espectadores. El reconocimiento incluye a Mario Villaamil (a título póstumo), a Félix Sande y a Meca Arcos.
Loureiro destacó en su intervención la originalidad de la Semana Santa ferrolana, a la que se refirió como “la Gran Pasión del Norte”. Se trata de una celebración que es “una explosión de belleza” y también “un lugar para el reencuentro”, un “acontecimiento turístico de primerísimo orden y cada vez más uno de los grandes motores económicos” pero, sobre todo “es una señal de Dios Nuestro Señor”, apuntó.
En el acto intervinieron además el presidente de la Junta de Cofradías, César Carreño; el obispo de la Diócesis, Fernando García; el alcalde de Ferrol, Ángel Mato; y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
La Cofradía de las Angustias sacará a su imagen coronada por primera vez el Jueves Santo. El Sábado, en la Caridad y el Silencio, será portada a hombros, algo que no sucedía desde 1992. Además, han restaurado el Nazareno. Sus recorridos están afectados por el derrumbe de edificios en la calle Carlos III.
La Cofradía de la Soledad tendrá que modificar sustancialmente sus procesiones, incluso cambiando de día la del Martes Santo, del Cristo de la Buena Muerte, que será el jueves y que transcurrirá por el barrio de A Magdalena. El Cristo de los Navegantes será portado a hombros en vez de en un artilugio mecánico. Estrenarán ropajes para la imagen de San Pedro, candeleros en el trono de la Soledad y han restaurado los tronos de San Pedro y del Ecce Homo.
La Cofradía de Dolores presentará el Lunes Santo el nuevo manto de la Virgen de la Amargura. La imagen irá sobre un trono reformado en los talleres de Cándido Hermida en el que también se llevará a la Virgen de la Piedad el jueves.
La Cofradía de la Merced, la única que no ve modificados los itinerarios, recuperará en la procesión del Viernes Santo la tradición del sacar al Cristo Rendentor acompañado por las imágenes de San Juan y de la Dolorosa.
La Cofradía del Santo Entierro volverá a realizar el Desenclavo, con la intención de consolidarlo. La salida de San Julián de su procesión se hará por Irmandiños y calle Coruña hacia el centro.