Las Maruxas de Nata han recibido un nuevo galardón, en esta ocasión los Premios de la Gastronomía de Galicia 2022, que otorga un jurado conformado por autoridades del mundo del turismo y la gastronomía gallegos. Se trata de una nueva distinción a su buen hacer, ese que les ha hecho merecedoras ya de la mejor de las recompensas: la fidelidad de sus clientes, quienes disfrutan cada día de esos pequeños bocados que evocan artesanía, tradición, sabor, nostalgia, cariño y excelencia culinaria.
No ha sido el primer premio ni será el último para esta empresa de la comarca liderada por mujeres, “nos han dado ya premios a nivel nacional e internacional, pero este nos ha hecho especial ilusión, porque premian al pequeño productor, premian la esencia de nuestro trabajo, lo que nos define y por eso nos ha echo tanta ilusión, además, ese premio se lo han llevado antes grandes empresas gallegas y es todo un honor haberlo recibido nosotras también”, asegura Sandra Suárez, una de las socias de la firma.
Muchas cosas han cambiado desde 2016 cuando arrancaba este proyecto, pero no lo esencial, como matiza Suárez. Con su traslado a Santa Mariña do Monte, en San Sadurniño, a una propiedad familiar, le dieron un giro a la empresa, “pero no al concepto ni al producto”, sostiene. Ese traslado trajo consigo otro de sus grandes hitos: apostar fuerte por sus envases. “Lo del packaging fue un grio importante, un cambio radical de imagen de marca, arriesgado sí, pero creíamos que le iba a aportar un valor añadido a nuestra galleta, transmitiendo además de sabor un poco de nuestro entorno a través esas ilustracioens”. Y no lo han hecho nada mal, dado el éxito que cosechan dentro y fuera de Galicia tanto las galletas como sus míticas latas diseñadas por ilustradores de la zona como Leandro Lamas, Blanca Vila, Elga Fernández Lamas o el coruñés David Pintor –película Valentina–, entre otros. “Algunas de ellas están cotizadísimas”, como explica la gerente de Maruxas, y todas tienen en común su relación con la cultura gallega, la gastronomía y las tradiciones de Galicia. Cada año sacan una edición especial o limitada –la de este es sobre el Año Santo Xacobeo, obra Elga Fernández, que también diseñó la imagen principal de las galletas; la casa familiar donde se elaboran–,y ya están trabajando en la siguiente, cuya temática no pueden desvelar aún, aunque aseguran que volverán a sorprender.
Tras su llegada a San Sadurniño la empresa ha proseguido su expansión, aumentando ventas y empleabilidad. Ahora trabajan de forma fija seis mujeres, y refuerzan la plantilla en momentos de mayor producción como verano y Navidad. “Optamos por favorecer la contratación de mujeres por ser el colectivo con mayores dificultades de acceso al empleo”, explica Sandra Suárez. En la actualidad hay días que superan los 200 kilos de producción diaria.
Pese al crecimiento de las Maruxas de Nata, su filosofía no ha cambiado y no trabajan con grandes distribuidoras. “Nuestro producto se reparte en exclusiva entre nuestros clientes, pequeñas tiendas y negocios locales, que nosotras mismas seleccionamos y que venden productos de proximidad o gourmet”.