La música con mucho significado para la poeta Julia Uceda –temas de Ute Lemper o Thelonius Monk–, interpretados por Beatriz García (voz), José Ares (batería) y Sergio Lorenzo (piano) sirvió de banda sonora a un emotivo acto en el que el teatro Jofre se llenó de amigos y admiradores de la que fue definida como “la más grande poeta viva”, en el acto de entrega de la Medalla de Plata de la ciudad. Se trata del galardón de más alto nivel que el Concello concede, después de los destinados a jefes de Estado, y la corporación coincidió en que Uceda era más que merecedora del distintivo, que se acordó en el pleno del pasado mes de junio.

Ayer llegó ese momento y Julia Uceda, con la fragilidad de sus 96 años y la fuerza de su voz y su letra que se comprobó sobre el escenario del Jofre, fue homenajeada en su ciudad de adopción, en la que, con la naturaleza de Pazos –Serantes– a su alrededor, decidió asentarse hace ya más de cuatro décadas, con su esposo, ya fallecido, el psiquiatra Rafael González Palacios.

Más allá de amigos, representantes del ámbito cultural y político de la ciudad, de ayer y hoy, y familia –no faltaron sus sobrinas Pilar, Reyes y María José–, Uceda recibió el cariño, a través de la pantalla, de personalidades como el ministro de Cultura, Miquel Iceta; el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; los alcaldes de Sevilla, Antonio Muñoz, y Granada, Francisco Cuenca; el catedrático de Literatura de la Universidad de Sevilla, Manuel Ángel Vázquez Medel o el director de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, Pablo Gutiérrez-Alviz.

Todos ellos valoraron el papel en la Literatura española de esta sevillana y aludieron a la “suerte” que Ferrol ha tenido de contar con esta poeta en su ciudad.

La nueva proyección de la cultura española en todo el mundo que ha dado Uceda y la multitud de premios que ha recibido, entre ellos el Premio Nacional de Poesía, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, el Premio Internacional de Poesía García Lorca, el Premio Nacional de la Crítica y el Premio Luis de Góngora y Argote la hacen más que merecedora del nuevo galardón que recibió ayer de manos del alcalde de la ciudad, Ángel Mato, y en nombre de la corporación representada ayer en sus portavoces.

Pero los momentos más emotivos vinieron de la boca de la propia poeta, que recordó que solo “he hecho lo que me dio la gana” en un paisaje “increíblemente hermoso” como el gallego y recordando que, pese a haber vivido en muchos lugares del mundo “nunca he sentido nostalgia de otra ciudad más que de Sevilla”.

La homenajeada eligió dos poemas para recordarnos la grandeza de su obra, y que, indicó, fueron los que la han traído hasta Ferrol. “Recuerdo perfectamente esos días...” en alusión a  su Sevilla natal y “Cerrada de mujeres”, con el que recordó la labor hecha por su marido, profesional de la psiquiatría, y que daba nombre a una sección de un manicomio de Oviedo.