El mercado italiano absorbe la mayor parte del carneiro que se extrae en Ferrol

El precio de este bivalvo ha aumentado notablemente en los últimos meses
El mercado italiano absorbe la mayor parte del carneiro que se extrae en Ferrol
Carneiro en la lonja de Curuxeiras el pasado viernes I D. Alexandre

Dentro de las especies de bivalvos más consumidas y valoradas por el público “doméstico”, el carneiro nunca tuvo un lugar especialmente destacado. La almeja –babosa y fina, principalmente–, el berberecho, la zamburiña o la vieira gozaron siempre de mejor consideración entre el consumidor que este molusco de concha corrugada, aunque la realidad es que su extracción se ha dado con cierta regularidad desde hace muchos años. Así, en los primeros años del siglo XXI, en el momento en el que de la ría de Ferrol se recolectaba más de un tercio de la babosa que se comercializaba en toda Galicia, el carneiro estaba entre las especies más vendidas. Por ejemplo, en la lonja de Curuxeiras se despacharon en el año 2000 algo más de 60 toneladas de este bivalvo, a un precio medio de 3,89 euros. Dos años después, los mariscadores de la cofradía ferrolana sacaron cerca de 81.000 kilos, a 4,77 euros de media. 


Desde entones, nunca se llegó a alcanzar ese volumen, pero, exceptuando cuatro ejercicios, la  extracción de marolo no fue inferior a las 10 toneladas, tampoco durante la “crisis” que supuso la implantación de las zonas C. 


El año pasado, por ejemplo, la cofradía de Ferrol vendió 10,7 toneladas, menos que en aquellos años, pero con una gran diferencia: su valoración en el mercado. A 11,50 euros se despachó, de media, el kilo en la rula de Curuxeiras, más del doble de lo que se pagaba unos años antes, en concreto en 2019.


Más apreciado 

Es la escasez y, en menor medida, el interés del sector por buscar “alternativas” a la crisis productiva sin precedentes que sufre la almeja babosa, la que explica este incremento. La semana pasada, por ejemplo, el kilo de carneiro se vendió en Ferrol a algo más de 16 euros, una cotización impensable hasta no hace mucho tiempo. 


El gran comprador de esta especie en toda Galicia es Miguel Rosales, que confirma que es la poca oferta carneiro “en general” la que está detrás de este incremento en una especie que “en Galicia no se valora ni se consume” pero que en otras latitudes, por ejemplo, en Italia, sí es un producto apreciado. 
“Aquí no hay esa cultura y esa costumbre que sí hay en otros sitios. Por eso, a pesar del precio que tiene actualmente, se sigue demandando”, comenta Rosales, “porque consideran que es un producto –que allí, por cierto, se suele consumir en crudo– que tiene que estar siempre en sus cartas y en sus menús. Esa es la diferencia”. 

 
El tamaño mínimo es de 42 milímetros, pero se subirá

El plan de explotación conjunto de las cofradías de Ferrol y Barallobre para la extracción de moluscos bivalvos en las zonas de libre marisqueo establece que cada tripulante podrá recolectar cada jornada de trabajo un máximo de 12 kilos de carneiro. Además, esos bivalvos deben tener ahora –el año pasado eran 40– un tamaño mínimo de 42 milímetros, aunque en el propio plan, y con el objetivo de racionalizar y “cuidar” el recurso, se ampliará a 44 el año que viene y a 45 en 2026, muy por encima del que se establece para la almeja japónica (38) o el berberecho (28). 

 

“La situación del mercado está beneficiando en estos momentos al carneiro en lo que tiene que ver con los precios, como el año pasado benefició a la zamburiña”, dice Gustavo Chacartegui, patrón mayor de la cofradía de Ferrol. 

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