El mercado de A Magdalena generó polémica desde su construcción, por los diferentes posicionamientos políticos sobre su ubicación hasta elegir una que no contentó a nadie en un cien por cien. Cuando se levantó con la etiqueta de “provisional” la nave para albergar a los vendedores de la pescadería mientras duraban las obras del edificio de Ucha nunca se pensó que hubiese que esperar tantos años para hacerla desaparecer una vez cumplida con su función puntual.
Tras muchas propuestas fallidas de dar uso (desde hipermercado a fines culturales o guardería) a esa nave que siempre se supo que estaba fuera de ordenación urbanística, se apostó por el derribo.
Hubo que esperar hasta enero de 2015 para que se aprobase la contratación del proyecto de demolición de la nave del mercado, pero cuando ya ha empezado 2022 la licitación sigue sin producirse y ha sido necesario actualizarlo. Se ha avanzado ya en la presentación de un proyecto para el espacio que se genere y se cuenta con que este año sea el de despedida de una edificación de la que ningún ejecutivo ha querido hacerse cargo.
En el año 2009 –en 2003 se aprobó una moción en este sentido–se acordó ya esa demolición, que en el mandato de Ángel Mato se espera que vea la luz.
De hecho, el pasado 2021 se dio a conocer el proyecto para la zona que hoy ocupa esa nave y el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio que, aunque ha llevado a tener que introducir algunos cambios en la propuesta inicial, augura que este sea el año de ejecución, aunque todavía no ha sido contratado.
La propuesta pasa por generar un espacio diáfano con terrazas, zonas de estancia y un parque infantil. Ha sido preciso efectuar cambios en el colorido del pavimento y prescindir de las gradas que se incluían en el proyecto existente, algo que apoyan asociaciones defensoras del patrimonio como Ferrolterra antiga. Esta valora que se haya prescindido del colorido y de las gradas, recordando que en la historia de la ciudad “podería terse acadado unha proposta máis respetuosa de cara o noso patrimonio, que rexenere e dea continuidade á chamada alameda do Carbón”.
De hecho, no duda en proponer la recuperación de esa gran alameda del siglo XVIII que se puedan compatibilizar los locales anexos al muro e incluso el aparcamiento subterráneo con la presencia de algunos árboles, por ejemplo, al lado de la carretera de Circunvalación.
Precisamente esa falta de arbolado es una de la cuestiones que esta asociación echa en falta de la propuesta que se ha dado a conocer el pasado mes de diciembre para este espacio. “Non se inclúe nigunha árbore no proxecto presentado polo Concello”, apunta la Asociación Cultural Ferrolterra Antiga, que indica que “as cousas poden facerse moito mellor”.
Aunque todavía judicializado, el tema de los establecimientos anexos a esta nave que ahora pretende demolerse, el ejecutivo socialista dio a conocer hace ya medio año un proyecto que, con un coste de más de un millón de euros y que incluye el derribo de la nave, supondría la instalación de mobiliario urbano, creando zonas de estancia y recreo sí como una nueva plaza en el entorno del mercado de A Magdalena.