Los accesos al astillero de Ferrol permanecieron bloqueados este lunes desde el cambio de turno hasta las 11.00 horas por miembros del comité de empresa y operarios como acción de protesta por la decisión de la compañía de “boitocear”, según aseguraron fuentes de la parte social, las medidas acordadas el viernes anterior de no mover los bloques de las futuras fragatas F-110 que se están construyendo en la factoría local.
El hecho de que en las últimas semanas, previas a la llegada de las vacaciones de verano, no se hubiesen producido avances significativos en la negociación de un nuevo convenio colectivo –el actual está caducado desde el 1 de enero de 2022– llevó la semana pasada a la plantilla a tomar en asamblea una actitud de “non colaboración” que, entre otras acciones, incluía no mover los bloques de las futuras fragatas para la Armada española.
Ante esa decisión, la dirección de la empresa se reunió con la comisión permanente del comité para tratar de convencer a los representantes de los trabajadores de que rectificasen y permitiesen el movimiento de bloques, aunque la parte social se negó.
Sin embargo, relatan desde el comité, durante el turno de la noche del viernes al sábado la empresa, “coa axuda dunha compañía auxiliar, procedeu a mover os bloques”, como pudieron comprobar los propios trabajadores –la mayoría está de vacaciones– cuando llegaron al día siguiente por la mañana.
En ese momento, la parte social decidió contraatacar y, así, optó por bloquear en la mañana de ayer el acceso al astillero. Lamentan que, además de “boicotear” las medidas acordadas en asambleas, la empresa esté ofreciendo propuestas “que non son aceptables”, además sobre la base de un convenio anterior que, señalan, “xa supuxo uns recortes moi grandes, especialmente para as novas incorporacións”. En ese sentido, lamentan además que los pocos avances que se plantean no sean para “todos os traballadores”.