Muchos disfrutan y hasta anhelan algo tan simple como echarse a las calles, con perderse entre ellas y descubrir rincones que, en ocasiones, pueden pasar inadvertidos. No es poco común conocer el nombre de algunas calles o vías pero no saber ubicarlas en un mapa, algo que tiene fácil solución consultando un callejero, siempre que no se opte por la otra opción, la de perderse, que es justo lo que proponemos a través de estas líneas, perdernos por algunas de esas zonas de tránsito, no literalmente, sino conociendo sus nombres, aquellos más especiales o llamativos, que los hay.
Y como calles hay muchas, analizaremos algunas ubicadas en los dos ayuntamientos más poblados de la comarca, las callejuelas, vías, caminos, plazas o avenidas de los concellos de Ferrol y Narón, que a excepción de los cambios que suscitó la Ley de Memoria Histórica –sobre todo en Ferrol–, poco han variado en los últimos tiempos salvo en el caso de nuevos viales. Cabe precisar que suelen ser las administraciones locales las que asumen los cambios en el nomenclátor, si bien también están abiertas a peticiones vecinales y de entidades, que en ocasiones hacen sus propias propuestas. Habitualmente, en el caso de nuevas calles, se suele tener en cuenta la temática de las vías aledañas.
De este modo iniciamos nuestro recorrido por Narón, donde es obligado detenerse en sus avenidas, pocas, muy pocas en comparación con las que tiene Ferrol. Apenas nueve dan forma al callejero naronés, una de las cuales es la curiosa avenida Camelias, que rinde tributo a esta especie de arbusto de flores coloridas tan típico de nuestra tierra. Narón tiene otras avenidas y las dedica nada menos que al Mar, Cataluña, Cervantes, Rafael Barez, Bernardo Romero, Santa Icía, San José Obrero y Souto Vizoso. Una vez repasadas éstas, cabe citar que la ciudad naronesa posee también dos travesías, la de Bimbieiro y la de Telleiras.
Abundan asimismo en el mapa de calles los caminos, más de una decena; las fincas, hasta cinco, y lagos o lagunas como la de Alcaián, Baldaio, Bañolas, Carregal, Covadonga, Cospeito, Doniños, Fonmiña, Frouxeira o Sanabria. Pero también los ríos e islas constituyen una parte importante del callejero local, si bien es cierto que en el caso de Narón se encuentran en su mayoría localizadas en Santa Icía, en la zona de las viviendas de la Marina. Illa Arousa, Cíes, Cortegada, da Creba, Tambo, da Toxa, Ons, de Sálvora, San Vicente, San Simón y Sisargas son algunas de las calles con nombre insular. Pero también los ríos tienen una importancia destacada en el callejero naronés, con una treintena de vías con nombre de recorrido fluvial, muchos de los cuales se encuentran en la comarca como es el caso de los ríos Belelle, Castro, Eume, Forcadas, Inxerto o Sor. Especial importancia tienen también en el callejero los principales ríos gallegos.
En Narón, al igual que en la mayor parte de concellos, no faltan tampoco las típicas calles con nombre de santo, muy numerosas, y alguna santa también como Icía o Tecla, en clara minoría si se tiene en cuenta lo extenso del santoral masculino en el viario naronés. San Andrés, Antonio, Avelino, Benigno, Carlos, Luis, Lucas, Nicolás, Pedro, Roque, Xiao, Xoán , Xosé Obreiro y Xurxo, son las vías que el Concello naronés les dedica. Asimismo, existen tres vías con nombre de virgen como son las calles Virxe do Carme, do Lodairo y da O. Los obispos no iban a ser menos y también gozan de presencia en el callejero naronés, de mano del Obispo Xelmírez y Argaya Goicoechea, no faltan tampoco cardenales como Cisneros y Quiroga Palacios, ni la siempre presente calle de la Iglesia, que da nombre a un sinfín de viales o espacios urbanos en todo el territorio.
Las calles Reyes Magos, Guardia Civil, Pitocan, do Toxo, Picha do galo, Mártires o Rondas podrían citarse entre aquellas con los nombres más curiosos
En el capítulo de plazas, cinco dan forma al callejero local: Praza do Concello, do Colexio, de Galicia, Irmáns Freire y Telleiras.
Las carreteras de Castilla, Castelao, Cedeira, Conde Fenosa, do Feal, da Gándara, San Xiao, do Pavillón son otras arterias fundamentales de este municipio, en el que no faltan tampoco los caminos, que dan nombre a una veintena de viales.
El ir y venir por las calles naronesas nos permite conocer algunas con nombres llamativos o curiosos. Al margen de la ya citada avenida Camelias, cabe nombrar también otras como Cento Vinte; Estrella, o la que le dedican a la Guardia Civil. Igualmente especial es la calle Reyes Magos, que no es tan común en la toponimmia urbana.
Pero, sin duda, un capítulo al que se dedica gran atención a la hora de nombrar calles y vías son las personalidades ilustres o hechos históricos, muy socorridos por los diferentes Ayuntamientos y que suelen repetirse en multitud de ellos. Tanto, que según datos del INE, los nombres más repetidos en el nomenclátor de viales urbanos son: Iglesia, Mayor, Fuente, Constitución, Real, Eras, Nueva, Sol, España y San Juan.
Si recorremos el atlas de Ferrol a través de su veintena de barrios y calles, no faltan tampoco las vías con nombre de ríos, islas, lugares, hechos históricos o relevantes y personalidades destacadas pero también está muy presente su vínculo con el sector naval y con la Armada, de ahí que muchas calles recuerden esto. Camiño do Sarxento, Ejército Español, Juan Sebastián Elcano, Navegantes, Baterías, Paseo de la Marina y numerosas vías con nombres de almirantes, marinos y cargos de la Armada forman parte del callejero ferrolano, integrado además por una veintena de plazas y plazuelas.
También hay nombres cuanto menos curiosos, algunos que ni tan siquiera son oficiales pero forman parte del sentimiento local como es el caso de la cuesta “Rómpete el alma”, que no es otra que la empinada Méndez Núñez, que los ferrolanos de toda la vida bautizaron así por su propia naturaleza, con una importante pendiente y que se encuentra entre los nombres de calles más curiosas de todo el país. Dentro de este capítulo de curiosidades de la toponimia urbana, no le falta a la ciudad naval otra calle de nombre poco común y que la define bien; la calle Rondas, en clara alusión a una celebración tan ferrolana como la Noche de las Pepitas y otras vías singulares como el lugar de Picha do Galo, do Toxo, Mártires, o la Praza do Himno Galego, entre otras.
Como no podía ser de otro modo, el santoral y las connotaciones religiosas también dan nombre a numerosos viales de la ciudad naval, donde no pueden faltar efemérides, algunas de las cuales también se repiten en el vecino municipio de Narón como 10 de Marzo o 25 de Xullo, además de otras citas como 19 de Febrero –muchos desconocen que esta calle recuerda la fecha del último pleno del Ayuntamiento de Serantes, previo a su agregación al de Ferrol–, Batalla de Brión o Feria del Dos, entre otras.
Mención aparte merecen esas calles que se dedican a personas relevantes que han destacado por algo. Tanto Ferrol como Narón han coincidido en la elección de muchos de ellos como es el caso de las calles Carballo Calero, Concepción Arenal, Curros Enríquez, Eduardo Pondal, Manuel Murguía, Méndez Núñez, Pintor Máximo Ramos o Torrente Ballester, que se pueden recorrer en ambos.
Cabe concluir este pequeño “paseo” entre calles explicando que en la Edad Media se empezó a poner nombre a los viales en relación con las actividades y oficios que allí se desarrollaban o dependiendo de la zona en la que se hallaban. A partir de 1850, los Ayuntamientos empiezan a decidir los nombres de las calles, de acuerdo a algunos intereses particulares. Actualmente el proceso parte del INE, que entrega al consejo regional un informe con nuevas vías que, según su ubicación, determinará quién debe encargarse de darle nombre. En la zona urbana suelen ser los Concellos quienes se ocupan de ello.
Los cambios de nombre de vías o plaza no siempre son bien acogidos por los vecinos
La cuestión del nombre de las calles genera más interés entre la población de lo que parece, siendo muy reacios a que se modifique la toponimia, pese a que ésta, en ocasiones se quede algo anticuada o destaque personalildades o hechos que no debieran ser recordados. Si bien es cierto que la Ley de Memoria Histórica ha borrado de los callejeros aquellas reseñas propias del franquismo y que pudieran generar controversia, el tema de los nombres de las calles sigue siendo un asunto bastante peliagudo para las adminstraciones locales. Cabe recordar que en Ferrol en los últimos momentos del mandato de Ferrol en Común se informó de la pretensión del Concello de cambiar el nombre de una veintena de calles, en su mayoría en Caranza, que tienen nombre de letras y números. Entonces desde la AVV del barrio se pidió al Ayuntamiento que cesara en sus pretensiones, toda vez que los nuevos nombres propuestos no habían sido consensuados con los vecinos del lugar. Desde las filas de la oposición se ponían del lado de los vecinos y desde el PP pedían entonces al Concello que esos nombres de mujeres con los que querían rebautizar calles los guardasen para las vías de nueva creación a fin de no ocasionar trastornos administrativos a los habitantes del barrio de Caranza.
Y es que no es una cuestión baladí la de los nombres de las calles, ya sean feos, graciosos o curiosos, los vecinos no suelen ser partidarios de que se produzcan cambios, sobre todo por las molestias que ocasionaría tener que cambiar de dirección.
El último cambio de nombre de calles que se produjo en la ciudad naval tuvo lugar el año pasado, cuando el Ministerio de Defensa, haciendo valer su política de Memoria Histórica relacionada con la Guerra Civil y la dictadura franquista, decidió modificar los nombres de nueve calles internas del Arsenal de Ferrol, eliminando así denominaciones que suponían un homenaje y recuerdo a militares y buques del bando sublevado de la Guerra Civil sustituyéndolas por otras que recuerdan miembros de la Armada o buques con vínculos con la ciudad.
Durante este mandato también se llevó a pleno la idea de cambiar de nombre a la Plaza de Armas, aunque se retiró del orden del día. Se pretendía denominarla como Concepción Arenal, pero no prosperó la inicitiva. Formaciones como Ferrol e Común y BNG se han mostrado a favor de darle otro nombre al lugar y modificar el nomenclátor de la ciudad, pero hasta la fecha no se ha conseguido. Cabe destacar que la céntrica plaza del Concello ya cambió de nombre antes y de Plaza de Armas pasó a denominarse del Carmen, con la colocación del monumento a Churruca adoptó su nombre, posteriormente como Salvador Moreno y Marqués de Alborán, hasta recuperar su nombre inicial.