El hospital naval y el Arquitecto Marcide acogen ayer y hoy el Congreso de la Sociedad de Pediatría de Galicia, que reúne en torno a 150 personas inscritas y que cuenta con ponencias y simposios pero también con talleres interactivos específicos que abordan cuestiones diversas del ámbito infantil, desde dermatología a diabetes u oftalmología.
El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, y el alcalde, José Manuel Rey, inauguraron este congreso, que alcanza su 73ª edición.
En el transcurso de las ponencias se actualizan conocimientos en diabetes e infecciones de transmisión sexual en adolescentes –un tema hasta ahora no abordado desde Pediatría, pero que requiere atención dada la precocidad de las relaciones sexuales–, la inteligencia artificial, enfermedades raras o manejo del asma en pediatría. Pero además de las conferencias y trabajos expuestos, el Congreso tiene una parte práctica que se desarrolla a través de talleres interactivos específicos en los que tienen cabida también residentes y profesionales de Enfermería y no solo especialistas médicos.
De este modo, la Enfermería aporta herramientas de ecografía para la canalización venosa y explica cómo hacerla de modo sencillo y seguro. Otro de los talleres más seguidos fue el de las patologías de mayor prevalencia y más número de consultas.
La diabetes, entre otras cuestiones, fue abordada por profesionales de esta Área, y se dio cuenta de que hasta 45 niños emplean ya la monitorización continua de glucosa domiciliaria en la zona.
El Congreso continúa hoy, con el fin de poner sobre la mesa todos los avances en Pediatría.
También en Ferrol, en AFundación, se celebró un encuentro de la Sociedade Galega de Endocrinología. En este caso, el CHUF juega un papel destacado, ya que el servicio está acreditado por la Sociedad Española de Obesidad y analiza posibles cirugías bariátricas. Además, colabora en un estudio sobre la valoración morfofuncional, el Dreco, con 52 pacientes, siendo el quinto centro reclutador de casos en España. En el campo de la diabetes, en esta Área Sanitaria hay 900 pacientes que cuenta ya con sensores de monitorización que miden la glucosa alrededor de las células y que ayudan a vigilar la patología.