La eliminación de las medidas para contener los virus respiratorios que se habían establecido durante la pandemia de SARS-CoV-2 hacía prever a los profesionales que este invierno la incidencia aumentase, sobre todo en población con un sistema inmunológico todavía poco expuesto, como es el caso de los niños más pequeños. Las previsiones, que ya eran malas, se han quedado cortas. El jefe del servicio de Pediatría del hospital Ribera Juan Cardona, José Ramón García, asegura que la presencia de virus respiratorios en niños “ha superado nuestras expectativas” y calcula que se pueda incrementar en un 60% la incidencia de todos los virus respecto a los años previos al covid.
“En los dos años de pandemia apenas tuvimos infecciones respiratorias en niños por el uso de las mascarillas y el aislamiento social y procesos como la gripe o los virus sincitiales fueron anec-dóticos en ese período de tiempo”, explica. Ahora, además de un aumento en los casos que llegan a consulta, se han producido mucho más temprano en el tiempo que lo habitual.
La situación afecta más a los niños de menor edad, “básicamente por su menor desarrollo inmunológico, la falta de memoria inmunológica de estos dos años de pandemia y los contactos físicos más estrechos que tienen en guarderías y colegios, por ejemplo”, explica José Ramón García.
Los virus más frecuentes son el de la gripe A, los sincitiales y el covid, con síntomas comunes para este tipo de enfermedades respiratorias, como la tos, fiebre, mocos, dolor de garganta, fatiga respiratoria y vómitos. “Las infecciones por virus suelen afectar a varios órganos al mismo tiempo y esa es la causa de que algunos afecten también al aparato digestivo, ocasionando vómitos y/o diarrea. A ellos se suma el efecto emético de las secreciones respiratorias en la cavidad gástrica”, comenta respecto a la sintomatología estomacal.
Los consejos que este pediatra da para prevenir el contagio incluye la limpieza de manos, juguetes y utensilios habituales de los pequeños. Además, recomienda no enviarlos al colegio o guardería si tienen síntomas, para evitar propagar la infección. Tampoco se deben frecuentar espacios masificados y con poca ventilación y plantea además la conveniencia de utilizar mascarilla en los centros educativos de forma transitoria, “al menos en los casos con síntomas o los adultos y niños de colectivos de riesgo”. También recomienda la vacunación antigripal a partir de los seis meses, que en Galicia se ha ofrecido en esta campaña por primera vez (hasta los cinco años).
Respecto a la consulta en Urgencias, recuerda que los cuadros menores pueden tratarse en casa con hidratación, antitérmicos y reposo pero que, en cambio, debe acudirse a un centro médico “cuando el niño presenta fiebre elevada de más de 24 horas de evolución, tos intensa, fatiga, vómitos de repetición y malestar general”.