A Kirk se le esperaba con respeto y temor, pero, finalmente, no resultó ser tan fiero como cabría esperar y la jornada en Ferrol y el resto de la comarca discurrió sin incidencias importantes durante este miércoles. Lo gordo había acontecido ya durante la noche en el mar, y durante las primeras horas del día los restos de la intensa borrasca dejaron lluvias y vientos persistentes, con rachas fuertes por momentos. El acumulado de precipitaciones registrado en la estación del CIS de Ferrol en las últimas 48 horas supera los 55 litros por metro cuadrado.
Los chubascos fueron persistentes desde la tarde del martes registrándose acumulaciones de lluvia muy importantes y generalizadas en toda Galicia, que también se dejaron ver en diferentes puntos de la comarca, como en las zonas próximas a los ríos Belelle o Cádavo, dejando varios puntos anegados en zonas habituales como pueden ser las inmediaciones de la pista deportiva del Círculo de Perlío, que a primera hora de la mañana obligaban a muchos escolares a variar su recorrido habitual para llegar a los colegios situados en esa misma zona, al estar encharcados por el agua caída durante la noche.
Sobre las once de la mañana, desde Meteogalicia se informaba ya con alivio que el centro de lo que han denominado como “ex-Kirk” –restos de lo que fue un huracán– se fue alejando hacia el este, con subida de la presión atmosférica, provocando que la situación mejorase desde media mañana con lluvias ya más intermitentes y de menor intensidad en general, dando por finalizado el paso del frente adverso sobre la una del mediodía.
Kirk preocupaba también mucho a los vecinos de Neda que viven con el corazón encogido desde las inundaciones del año pasado y, como cada temporal que llega, el miedo volvió a apoderarse de sus habitantes, muy pendientes de esas acumulaciones de agua y el comportamiento que puedan tener el Belelle y el Basteiro, y con el recuerdo intacto de las gravísimas inundaciones sufridas en noviembre pasado y la posibilidad de una nueva crecida que vuelva a afectar a sus viviendas y poner patas arriba sus vidas.
Hasta la zona más próxima a la desembocadura del Basteiro y el Belelle nos desplazamos en la mañana de este miércoles para comprobar el estado del río, que mostraba un caudal muy crecido anegando algunos terrenos a su paso. Efectivos de la Guardia Civil que realizaban inspecciones por la zona confirmaron que el punto que presenta mayor volumen de agua se sitúa en el área de A Cobeluda, bañada por el río Castro, anegando todo el espacio y parte de las fincas adyacentes. “Por la mañana había menos caudal, vemos que va en aumento y lo preocupante va a ser cuando se produzca de nuevo la pleamar, este martes el mar empujaba al río hacia dentro impidiendo el desagüe normal”, explicaban los agentes.
La Policía Local de Neda también realizaba inspecciones por las zonas más próximas a los ríos Basteiro y Belelle y confirmaba la presencia de pequeños desbordamientos en puntos habituales. Con respecto a otros problemas derivados del temporal Kirk en la villa nedense apenas se registraron incidencias relacionadas con la fuerza del viento y lo único que preocupaba y preocupa aquí sigue siendo el agua.
Por su parte, desde la Plataforma de Afectados por las Riadas, explican que viven estas horas de nuevo “con mucho temor” y “esperando que el río no desborde de nuevo”, como explica Jorge López. Muchos de estos vecinos se afanaban en la tarde del martes y miércoles en colocar chapas delante de sus viviendas en previsión de que el río pudiera alcanzarlas de nuevo.
Precisamente en las últimas jornadas el Concello presentó ante los vecinos su propuesta para gestionar las crecidas de los ríos Belelle y Basteiro que pretende acabar con el problema de las inundaciones, y que parte de la propuesta de Augas de Galicia de reequilibrar un reparto del caudal de los ríos pero da prioridad a la eliminación de presas y elevación del borde del río. Mientras el estudio no se plasme en hechos los vecinos de la parroquia de Santa María seguirán con miedo.
En puntos de la comarca como San Sadurniño también se registraron incidencias leves y algún desprendimiento o árbol caído sin consecuencias. También los centros escolares de la zona tomaron sus precauciones y muchos optaron por evitar actividades en el exterior así como la salida al recreo, que se desarrolló dentro de las propias instalaciones educativas, evitando así posibles riesgos.
Con motivo de la llegada del temporal Kirk, los bomberos de Ferrol reforzaron el servicio con tres efectivos. Afortunadamente durante el operativo solo tuvieron cuatro intervenciones: una inundación, el corte de un árbol para proceder a su retirada, y labores de saneamiento de dos canalones, como informan desde el servicio.