Las cifras de peregrinos que recogen la credencial en Santiago de Compostela después de haber echado a andar en Ferrol abandona la espectacularidad de los datos de la temporada estival pero sigue, sin embargo, batiendo récords para esta época del año. En octubre, según los datos publicados por la Oficina del Peregrino, dependiente de la Catedral, fueron 1.912 personas las que llegaron a la capital gallega desde Curuxeiras. Es una cifra superior a la del año pasado (que fueron 1.568), a la de 2020 (en la que los números fueron insignificantes debido a la pandemia, con 259 personas en el mismo mes) y a la de 2019, que es la fecha de referencia puesto que todavía no había hecho su aparición el coronavirus. Entonces fueron 1.218 personas las que salieron de Ferrol, por lo que el avance es claro.
En total, en lo que llevamos de año, desde la Oficina del Peregrino han contabilizado a 22.127 personas que recorrieron a pie el Camiño Inglés desde la ciudad naval. Hay que sumar además a quienes comienzan a andar desde A Coruña, que aporta unos cientos de caminantes. Así, en total, en todo el Camiño Inglés, se contabilizaron 2.030 personas en octubre y 23.355 en lo que llevamos de 2022.
Se entra ahora en una época en la que, debido a las condiciones meteorológicas, los números se sitúan muy por debajo del millar de peregrinos, hasta que vuelva a llegar la primavera, con la incógnita de saber hasta qué punto el impacto de este año fue debido también al hecho de que la declaración de Año Santo se extendiese de forma extraordinaria al 2022.
En cualquier caso, la ruta es un valor turístico para la zona que implica diversas infraestructuras, como la transformación de la Casa do Mar de Ferrol en un albergue de peregrinos, o la proliferación de hostales y albergues privados a lo largo de la ruta que complementan la oferta pública. En ocasiones, las peregrinaciones en grupo hacen necesario disponer incluso de pabellones.