La de Pilar Hermosa es una historia de ida y vuelta –varias idas y varias vueltas, más bien– que parece haber encontrado el acomodo definitivo en San Sadurniño, donde reside con su marido y su niña desde hace un año y medio. La adaptación ha sido instantánea y, de hecho, hoy mismo presenta en la cafetería DZine –en un acto organizado por la librería Brétema que comienza a las 16.00 horas– la traducción al castellano de su primera novela, “Las agujas de oro”, publicada originalmente en francés.
Hermosa nació en Bélgica, lugar de destino de sus padres, dos vecinos de Hellín que, como muchas otras personas en aquella época, emigraron a Europa. “Vivimos en Waterloo, donde nací yo y alguna de mis cinco hermanas”, explica. La escritora estudió Empresariales, pero cultivó, y con éxito, disciplinas como la danza clásica y contemporánea –fue alumna de Brigitte Kher, bailarina de Maurice Béjar–, y la natación sicronizada, deporte en el que fue juez nacional e internacional y entrenadora superior.
Pero sus inquietudes no se quedaron ahí. Pilar Hermosa también plasmó en cuadernos y papeles algunas ideas, historias y sueños que fueron surgiendo en sus colaboraciones con bibliotecas y hospitales con niños ingresados en Bélgica y solidificándose tras su (primera) vuelta a España. “Antes de meternos en el euro decidimos volver. Estábamos en un momento de cambio y, como compré la casa de mi abuela cuando falleció, decidimos instalarnos en Hellín”. En la localidad manchega condujo clubes de lectura en francés, cuentacuentos bilingües (francés e inglés) y, por si fuera poco, se puso a traducir. “La biblioteca tenía pocos libros en esos idiomas, así que me puse a ello En ese momento ya escribía y tenía borradores de ideas que me hacían soñar y evadirme cuando necesitaba un poco de magia”, apunta.
Pero llegó la pandemia y lo cambió todo. “Decidimos volver a Bélgica porque pensamos que habría menos restricciones, pero no”, reconoce Pilar Hermosa. “Durante el confinamiento comencé a coger mis notas y a escribir. Mi cabeza no paraba de dar vueltas porque, además, ya estaba jubilada”. De ahí salió el primero de los cinco libros que tiene hasta ahora, “Las agujas de oro”, originalmente en francés y publicado ahora en castellano en la editorial Fervenza.
Este libro es de temática erótica, pero Pilar Hermosa explica que los otros cuatro han ido por otros derroteros. “Son todos diferentes porque la idea la encuentro en cualquier lado, en la naturaleza, en un paseo, en un detalle... En esta quería escribir sobre una mujer que encuentra un amante, un acupuntor, y mantiene con él una historia, pero cuando lo releí vi que había un exceso de erotismo y decidí introducir un thriller. Creo que ha encajado muy bien en la trama”.
La semana pasada, Hermosa presentó el libro en Hellín, pero queda todavía una duda por resolver. ¿Cómo ha acabado en San Sadurniño? “Bueno, tenemos una niña y, cuando fue la pandemia, prefería España a Bélgica, pero mi marido no quería el calor de La Mancha. Yo conocía esta zona por las competiciones de sincronizada, así que buscamos... Y encontramos una casita de piedra en San Sadurniño. Y aquí estamos, tan felices que ya somos gallegos”, finaliza.