“Festea”, el festival teatral de objetos y monicreques, que ofrece espectáculos desde esta tarde y hasta el día 1 de diciembre, realiza su mayor apuesta este año. Al margen de las especialidades y la calidad que ofrecen las compañías, la iniciativa incluye este año el programa divulgativo complementario de las “Xornadas Intensivas de Creación Teatral”.

En esta edición, el ideólogo Plamen Dipchikov, se propuso ampliar horizontes, a través de los conocimientos que continúa adquiriendo en las ferias teatrales y espectáculos a los que asiste. Teniendo en cuenta la fidelidad del público, el objetivo fue “abrir todavía más lo que conozce hasta ahora y profundizar un poco más en diferentes temas y lenguajes artísticos”, expresó.

Así, las compañías, que proceden de puntos como Portugal, Italia, Andalucía o Uruguay, utilizarán desde títeres tradicionales hasta fusiones de estos con otros recursos. Es el caso de la italiana Zaches Teatro, que cerrará los dos últimos días del evento en el Jofre, añadiendo a la función baile y máscaras, o la madrileña Luna Teatrodanza, que da especial importancia a las palabras. “Cada espectáculo que está en la programación de Festea es el mejor en su formato”, resumió.

La propuesta que estrena hoy el programa, a las 18.30 horas en el centro cultural Torrente Ballester, se llama “A Cuba” y viene de la mano de Títeres Alakrán. Para obtener más detalles, el cartel completo se puede consultar en el perfil de Facebook, así como de las actividades complementarias. El público al que se dirigen las funciones es familiar, un aspecto en el que Dipchikov quiso deternerse, ya que no existen mínimos ni máximos en longevidad. “Cada edad puede escoger lo que entiende”, explicó el director artístico, que considera especialmente relevante que todos los miembros que lo deseen entren.

“Así disfruta toda la familia e, incluso, los niños se sienten más cómodos rodeados por ellos y pueden preguntar algo que les interesa o que no han entendido”, relató el responsable, añadiendo que, cuando estas cuestiones se las guardan para casa, el espectáculo cobra otra dimensión. Según concluyó Plamen Dipchikov, “el público familiar es un grupo muy especial, para mí,, lo más importante que hay en la educación de los niños para una relación más fuerte, porque los espectáculos de teatro unen a las familias y dan temas importantes para hablar”.

De la misma manera, el profesional manifestó que cuando los niños y niñas descubren las obras de títeres “repiten y lo buscan”. Asimismo, argumentó que los integrantes del público de menor edad se convierten, de más mayores, en “los mejores espectadores de teatro dramático”. Dipchikov también ejemplificó las repercusiones que tiene este arte en los pequeños, dado que “cuando hemos empezado hace nueve años, entraban niños recién nacidos, y ahora, ellos mismos hacen teatro de títeres para sus familias y ya buscan otros lenguajes escénicos”.