La Soledad logra escapar de la lluvia y la Esperanza regresa a la carrera en Ferrol

El Cristo de la Buena Muerte completó su recorrido con algo de retraso y la procesión de Dolores tuvo que salir más de media hora tarde por ello y escapar de la lluvia
La Soledad logra escapar de la lluvia y la Esperanza regresa a la carrera en Ferrol
La Virgen de la Esperanza en el corralón | Jorge Meis

Después de un Lunes Santo lluvioso y con viento que obligó a cancelar la procesión de Cristo Rey y la Virgen de la Amargura, el tiempo parecía haber indultado a los dos cortejos previstos para el Martes Santo, el del Cristo de la Buena Muerte que puso en la calle la Cofradía de la Soledad, y el de Jesús Atado a la Columna y la Santísima Virgen de la Esperanza que organizó la hermandad de Dolores.


El primero de ellos salió puntual a las 19.30 horas con dos grandes novedades: la propia imagen del Cristo, que Jesús Cepeda talló este año para sustituir a la anterior, visiblemente deteriorada, y su salida desde el interior de la capilla de la Orden Tercera al poseer —no así su antecesor— una envergadura menor. 

 

No obstante, su retirada tardó más de lo previsto y obligó a Dolores a retrasar la salida de su procesión de las 21.00 horas en más de media hora para no cruzarse por la calle Real, un percance que después cobraría un protagonismo mayor al haber caído el chaparrón cuando la Esperanza aun se encontraba en el trayecto de ida por la calle Magdalena.

 

 

Un vínculo especial


En esta primera ocasión, la imagen del Cristo procesionó en el hombro de sus portadoras, pero la idea de la hermandad de Ferrol Vello es que lo haga en un paso propio. Junto a él, la Virgen del Perdón y la Misericordia, que fue entronada en la glorieta de Alfredo Martín. El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de la Misericordia de Viveiro, Nuestra Señora de Nordés-OJE Ferrol y, por supuesto, la AM Cristo de la Buena Muerte.

 

 

Vicky Permuy es una de sus fundadoras y explica a este periódico que decidieron vincularse a la Soledad y, en concreto, a esta imagen titular porque “desde el minuto cero nos sentimos muy arropados y apoyados por ellos, incluso nos dejaron los instrumentos que todavía tenían de la banda de Granaderos y nos regalaron el guión de la agrupación”, recuerda. 

 

Procesión Cristo de la Buena Muerte Semana santa Ferrol (Jorge Meis) (19)
Cristo de la Buena Muerte en procesión este Martes Santo | Jorge Meis

Valora además que este martes “fue nuestro día y lo compartimos con la cofradía, es algo muy especial”, afirmando que el vínculo que se crea entre las agrupaciones musicales y las dotaciones de portadores es esencial porque “el uno no quedaría tan bien sin el otro y al revés, así que todos pretendemos crear una relación por los cofrades que llevan a la imagen que acompañas”.

 

Un estreno y un clásico 


Y en Amboage, a las nueve estaba previsto que se abrieran las puertas del corralón y de la iglesia de Dolores, aunque finalmente la Cruz de Guía echó a andar casi 40 minutos después. Desde allí salieron parte de los cofrades para tomar parte en un cortejo que incorporaba un estreno en el primero de sus pasos, el de Jesús Atado a la Columna. Se trata de Caifás, el sumo sacerdote judío instigador de la condena a Cristo, obra del sevillano Fernando Murciano, que conforma la segunda de las imágenes del conjunto, que tendrá un total de cuatro.

 

 

El vestidor de la hermandad, Fran Piñeiro, resaltaba horas antes de la salida la incorporación de esta talla “de envergadura y con una gran expresión, que traía ya vestimentas estupendas confeccionadas por el también sevillano José Carlos de la Rosa”. Además, al paso se incorporaron dos columnas que simbolizan el Pretorio, el centro del poder romano donde se produjo la flagelación.

Procesión Jesús atado a la Columna y Vigen de la Esperanza (Jorge Meis) (44)
Salida del paso de misterio de Jesús Atado a la Columna | Jorge Meis

Cerrando el cortejo, la reina del Martes de Esperanza, una imagen que demostró un año más que cuenta con una gran devoción en la ciudad, especialmente entre las mujeres, a sabiendas de que sus portadoras fueron las pioneras en nuestro país. Sin embargo, lejos de poder completar su itinerario, la procesión tuvo que acortarse cuando la virgen llegó al cruce de Magdalena con Concepción Arenal. 


Un fuerte chaparrón obligó a tapar su manto con un plástico y a enfundarles chubasqueros a las dos imágenes del primer paso. Las dotaciones regresaron al corralón a la carrera, pero la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que había prometido que cantaría, lo hizo bajo la lluvia mientras la Esperanza, ya bajo techo, se mecía al son de “Una madre no se cansa de esperar”. 

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