Las autopistas y autovías son, a día de hoy, una de las infraestructuras más importante del sistema viario español, tanto por la dependencia del sector logístico de las mismas frente a otras modalidades de transporte, como por su uso por particulares para su desplazamientos de media y larga distancia.
En el caso de Ferrolterra, la AP-9F –especialmente el tramo sin peaje entre la ciudad naval y Fene– se ha convertido, junto con la AG-64, en uno de los principales ejes de conexión entre los diferentes municipios. Prueba de ello puede verse en las diferentes cuentas de resultados de Audasa, concesionaria de esta primera, que, con la excepción de 2020 por la pandemia de coronavirus, ha registrado un incremento interanual constante en la Intensidad Media Diaria (IMD) en los desplazamientos en la totalidad de la AP-9 –24.713 vehículos durante el primer semestre de 2024 frente a los 24.076 del mismo período de 2023 y los 23.205 de 2022–.
Sin embargo, la propia naturaleza de estas vías, que permiten un mayor volumen de vehículos y una velocidad media más elevada, supone a su vez una serie de problemas para aquellos vecinos con hogares próximos a las mismas, siendo el ruido uno de los más notables. Así, para conocer el impacto de esta situación, el Ministerio de Transportes está realizando una serie de estudios sobre contaminación acústica en los principales ejes de circulación del país.
De este modo, hace escasos días arrancó la fase de exposición pública de estos informes, que en el caso de Galicia se centra en la AP-9, incluidos los tramos que atraviesan los municipios de Ferrol, Narón, Neda, Fene, Cabanas y Pontedeume. Así, a lo largo de estos seis términos municipales se registraron trece puntos con un nivel sonoro de entre 70 y 75 decibelios –técnicamente dB(A), o decibelios ajustados a la ponderación A, que limita la medición a aquellos rangos sonoros perceptibles por el oído humano a una distancia máxima de 50 metros–. De igual forma, también identifica aquellos lugares donde se superan dichos valores, pero en todos los casos son las zonas más próximas a las carreteras en los mencionados puntos.
Por otra parte, cabe destacar que el estudio divide la afectación en tres tramos horarios –mañana, tarde y noche–, así como uno de impacto sonoro medio, que es el que se ha tomado como referencia.
En el entorno de la ciudad naval, dado que no se incluye en el estudio el tramo entre San Xoán y el Puerto, el área con mayor afectación es la que se corresponde con la superficie comercial Parque Ferrol. En este punto se observa que ninguna vivienda está afectada por niveles de 70 dB(A) en adelante, pero sí a partir de 60.
Narón, por otra parte, es, junto con Pontedeume, el territorio con más zonas urbanas afectadas por el ruido de la autopista. En este municipio, los barrios con mayores niveles son Santa Icía y Freixeiro, con valores generales superiores a los 60 decibelios aunque en los puntos más cercanos a la autopista se superan los 65. No obstante, el impacto sonoro es incluso mayor en el entorno del lugar de Souto, cerca del cementerio de Cadaval, donde, pese a haber un número reducido de viviendas, el área con niveles entre 70 y 75 es notablemente grande.
En cuanto al municipio de Neda, las zonas afectadas son también muy reducidas, aunque con valores altos. El punto más conflictivo según el estudio es el acceso previo al túnel de O Sartego, que no cuenta con barreras para reducir el impacto acústico –aunque la entrada al corredor subterráneo se sitúa en una cota más baja que las viviendas que la rodean– y, por tanto, la contaminación sonora alrededor oscila entre los 50 y los 65 dB(A), con zonas que pueden llegar a los 75.
A nivel de territorio, Fene se sitúa a la cabeza de los municipios de Ferrolterra afectados por el ruido de la AP-9, aunque no en términos de núcleos poblacionales. Según el estudio del Ministerio de Transportes, las dos áreas con valores más elevados –superiores a 65– son el acceso de Rego de Moa, donde se concentran buena parte de las entradas y salidas de la vía antes de volverse de pago, y el tramo que bordea el polígono industrial Vilar do Colo, que también afecta al municipio de Cabanas.
Respecto a este último concello, además del espacio empresarial se constataron tres puntos de alta contaminación acústica, aunque solo uno de ellos, el acceso a la autopista, afecta directamente a un núcleo poblacional –con valores, eso sí, más reducidos que en el resto de términos municipales–.
Por último, Pontedeume, como se señaló, es el segundo ayuntamiento con mayor afectación de ruido en zonas urbanas. En este caso, el estudio muestra niveles de entre 60 y 70 dB(A) en O Castro, Esteiro y en el casco histórico de la ciudad, aunque el mayor impacto se da en el lugar de Chao de Vilar, en la parroquia homónima.