El último pleno del año acabará en Ferrol con las tradicionales sesiones maratonianas

El último pleno del año acabará en Ferrol con las tradicionales sesiones maratonianas
Las mociones se limitarán a dos por grupo, por lo que no habrá nunca más de ocho | Daniel Alexandre

Los últimos jueves de mes se convierten en el Concello de Ferrol en una jornada de horas extraordinarias. Los plenos de la corporación local han llegado a alcanzar las ocho horas y media seguidas (noviembre 2008), comenzando a las siete de la tarde y concluyendo a las tres y media de la mañana. En un mismo día, pero con descanso para comer, ha habido sesiones de nueve horas y media (julio 2009) y, con la decisión de suspender las sesiones a las doce de la noche, un mismo pleno se ha celebrado en dos jornadas, con lo que la duración puede superar fácilmente las diez horas.
Estas escandalosas cifras han llegado a su fin y desde el mes de diciembre las intervenciones de los concejales, así como las mociones, estarán limitadas. No se darán, por tanto, situaciones como las de que el número de mociones lleguen a triplicar el de puntos del orden del día para debate ni se podrán alcanzar las 15 mociones que se llegaron a tratar en una sesión.
Desde el próximo mes, cuando entre el vigor el nuevo reglamento orgánico municipal –que será aprobado el lunes pero que deberá pasar todavía algunas tramitaciones previas a su aplicación definitiva– las intervenciones de los distintos grupos contarán con un tiempo de exposición de cinco minutos en el primer turno y dos y medio, en un segundo. El número de mociones será, como máximo, de dos por grupo, por lo que en ningún caso se excederán actualmente las ocho propuestas en un mismo pleno.

 

Antecedentes

No es la primera vez que se intenta poner límite a estas sesiones maratonianas que varían en cada corporación dependiendo del número de grupos que tienen representación en el pleno. Aunque ahora mismo solo hay cuatro formaciones (PP, PSOE, BNG y FeC), la gran fragmentación que caracteriza a la corporación ferrolana ha hecho que en ocasiones (entre partidos y excisiones de los mismos) se juntasen intervenciones de hasta seis grupos (FeC, PSOE, BNG, PP y Ciudadanos, más algún edil no adscrito).
Ha habido intentos pasados de poner en marcha una medida de estas características. Ya en el anterior mandato popular, José Manuel Rey inició una limitación en el tiempo de intervención y número de mociones, pero en el ejecutivo de Ferrol en Común se eliminó ese encorsetamiento temporal. De todos modos, el propio Jorge Suárez consideró más tarde que había que limitar esas sesiones prolongadas más allá de la necesidad de aprobación o debate de temas de interés. Por eso, ya en 2018, con un gobierno socialista, Ángel Mato intentó negociar esa reducción de tiempos, con los que también se mostraba favorable PP y FeC, aunque nunca llegó a hacerse realidad.

 

Los debates llegaron a prolongarse durante más de ocho horas seguidas

Ahora, con un reglamento aprobado por el pleno, las limitaciones serán oficiales y deberían cumplirse, como sucede en las demás ciudades y, mucho más próximo, en el vecino concello de Narón, donde el reglamento orgánico explicita que no se podrán exceder los diez minutos de exposición y primer turno de los demás grupos con la misma duración. De haber un segundo turno de intervenciones el tiempo no superará, en ningún caso, los tres minutos. Consumido esta tanda, la alcaldesa podrá dar por acabado el debate que se cerrará, si es el caso, con una intervención de quien defiende la propuesta. 


Formaciones como el BNG siempre han manifestado su rechazo a esta medida, al considerar, entre otras cuestiones, que la limitación del número de mociones en los plenos, disminuye la participación de los colectivos sociales de la ciudad, que no podrán exponer con total libertad sus demandas en el Concello.

 

Nuevo reglamento

Estas nuevas determinaciones son resultado de la aprobación del reglamento orgánico del Concello. En este sentido, la comisión extraordinaria de Participación dictaminó ayer favorablemente –con los votos positivos de PP, abstención de PSOE y voto en contra de BNG y FeC– el nuevo reglamento, que adapta la normativa, que data del año 1986, a la ley de grandes ciudades.


El concejal del área, Javier Díaz, dio cuenta de las alegaciones rechazadas y estimadas tanto de los tres grupos municipales de la oposición como de la Tesorería General del Concello. En este sentido, recordó que el reglamento se aprobó inicialmente en el pleno de agosto y tras estar expuesto públicamente para la presentación de alegaciones, entre el 5 de septiembre y el 18 de octubre se presentaron enmiendas de Tesorería –fueron aceptadas las dos propuestas relativas a las funciones de esta área municipal, por lo que se creará un órgano diferenciado que aglutine las funciones presupuestarias y de contabilidad–, así como las de los tres grupos de la oposición.
Con respecto a las de Ferrol en Común, un total de nueve alegaciones, Díaz explicó que se estimaron dos de ellas, relativas a la utilización de lenguaje inclusivo y a la dotación de un secretario de grupo, independientemente del número de concejales. Del PSOE, ocho aportaciones en total, se estimaron íntegramente cuatro, dos se rechazaron y otras dos se referían al tema e Tesorería, por lo que ya se respondieron en las presentadas por esta área. Se aceptó así que se puedan ampliar hasta cinco, como máximo, las preguntas que se realicen en los plenos, garantizando una por grupo  y que se contemple en el artículo 33.2 que se refiere a la posibilidad de adelantar o retrasar las fechas y horas de los plenos “oídos” los portavoces de los grupos municipales. También se estiman apreciaciones con respecto a la intervención de los grupos por orden de menor a mayor número de ediles o a la presencia de los concejales que lo deseen, sin voz ni voto en las comisiones.


El único grupo que no vio aceptada ninguna de sus propuestas fue el BNG, toda vez que, como explicó el edil responsable de Participación, pese a haber formulado  once alegaciones, sus propuestas rechazaban el modelo de organización planteado en régimen de gran población.


Javier Díaz explicó que con esta aprobación “cumprimos outro compromiso máis cos ferroláns, facer unha administración máis axil e moderna a disposición dos veciños e coa finalidade de facilitarlles a realización de trámites”. De este modo, recordó que se crea una comisión especial de sugerencias y reclamaciones.

 

Desacuerdos

El rechazo de todas las propuestas planteadas por el BNG ha llevado a su portavoz, Iván Rivas, a denunciar “a nula vontade de diálogo do PP”, señalando que se rechazaron todas las aportaciones “incluso a que facía referencia á necesidade do uso da lingua galega polas persoas membros desta corporación  en función do cargo público que ostentan”.
El BNG insiste en que sus enmiendas pretendían incrementar la participación de los colectivos sociales en los plenos y en la idea de contratar personal funcionario en lugar de incrementar el número de asesores.
También Ferrol en Común ha mostrado su desacuerdo con el reglamento al indicar que “limita o exercicio político das forzas da oposición, réstalle competencias ao pleno e crear postos que supoñen máis de 200.000 euros pero non reforzan o persoal”. 

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