Parecía imposible, dada la tensión de las negociaciones durante los últimos meses y la inminencia de la huelga indefinida convocada, pero finalmente Urbaser y su plantilla de Narón alcanzaron anoche un preacuerdo sobre su nuevo convenio colectivo. Tras un encuentro de varias horas entre la parte social y la empresa, la representación de los trabajadores presentó en asamblea la nueva propuesta de la compañía, que consecuentemente mejoraba todos los puntos planteados por el comité de empresa.

Así, el grueso de la plantilla ratificó un preacuerdo que elimina la congelación de los salarios entre 2020 y agosto de 2023, que plantea nuevos incrementos y que también contempla mejoras sociales. Comenzando por la cuestión monetaria, la compañía ofreció un incremento anual de 750 euros, de los cuales 450 serán percibidos mediante una paga extraordinaria y los 300 restantes serán consolidables. Tal y como señaló la federación de Servizos de la CIG, esto supondría un aumento general del 1,5%.

Asimismo, mejorando la propuesta inicial, la empresa ofreció una subida adicional del 1% para 2023 y del 0,5% para 2024, lo que situaría el incremento para ambas anualidades en el 3,5 y 2,5%, respectivamente.

En lo referente a los beneficios sociales, la compañía aceptó, además del día de vacaciones extra planteado en un comienzo, un aumento en el fondo de ayudas escolares y las pólizas de accidentes; una mayor cuantía de los complementos para días festivos; así como mejoras en horas y licencias para acompañamientos médicos a menores y para la lactancia. Por último, uno de los días de asuntos propios se desligará del absentismo y el resto, salvo en vacaciones, podrán disfrutarse cualquier día laborable.

Valoración

Tras la ratificación del preacuerdo por parte de los trabajadores, el secretario de la federación de Servizos de la CIG Ferrol, Francisco Cartelle, detalló que las condiciones eran “as mínimas” que se habían planteado para desconvocar la huelga, valorando de forma “moi positiva” la participación del colectivo en las acciones de protesta que se organizaron para dar visibilidad al finalmente cancelado parón laboral.

De igual forma, desde la parte social se criticó duramente la postura del gobierno local de Narón, aseverando que “se desentendeu por completo deste conflito e na busca dunha solución”. De hecho, el propio sindicato recordó que, horas antes de que se desconvocase la huelga, se celebró una protesta frente al consistorio por los servicios mínimos que había establecido.