Hasta ahora, los usuarios de Netflix solo podían disfrutar de contenido en alto rango dinámico (HDR) mediante los formatos Dolby Vision y HDR10. Sin embargo, la plataforma ha dado un paso adelante al incorporar oficialmente el estándar HDR10+, según confirmó la compañía esta semana en un comunicado reciente. Este avance permitirá una experiencia visual más refinada, especialmente en dispositivos que no son compatibles con Dolby Vision.
Al igual que Dolby Vision, el HDR10+ utiliza metadatos dinámicos para ajustar el brillo, el contraste y los colores en cada fotograma, superando las limitaciones del HDR10 básico, que emplea metadatos estáticos. Esto se traduce en una reproducción más fiel a la intención creativa original, con detalles mejor definidos y negros más profundos, incluso en televisiones de gama media o baja que suelen presentar irregularidades en la calidad de imagen.
Netflix comenzó su incursión en el HDR en diciembre de 2014 con la primera temporada de Marco Polo. Desde entonces, la demanda de contenido en este formato ha crecido exponencialmente: según datos de la plataforma, el streaming en HDR aumentó más del 300% desde 2020, y el número de dispositivos compatibles con esta tecnología se ha duplicado.
La compañía detalló que ya ha integrado el HDR10+ en el 50 por ciento de sus títulos HDR disponibles, incluyendo estrenos recientes como The Electric State —protagonizada por Milly Bobby Brown, Chris Pratt y Ke Huy Quan— y producciones existentes. Su objetivo es extender este formato a toda su biblioteca HDR antes de finalizar el año. Actualmente, Netflix cuenta con más de 11.000 horas de contenido en alta dinámica.
Para acceder a esta mejora, los usuarios deben suscribirse al plan Premium sin anuncios, que cuesta 25 dólares mensuales y también incluye resolución 4K. Este precio refleja un aumento reciente: en diciembre de 2024, la tarifa subió de 23 a 25 dólares, un cambio que contrasta con la decisión de no cobrar extra por el HDR10+.
La adopción de HDR10+ responde a la necesidad de Netflix de mantenerse competitivo frente a servicios como Amazon Prime Video, Apple TV+, Hulu y Disney+, que ya soportan este formato. Además, es crucial para los usuarios con dispositivos que no admiten Dolby Vision, como los televisores Samsung, líderes globales en ventas.
Aunque Dolby Vision (lanzado en 2014) sigue siendo más popular gracias a su soporte de video de 12 bits, el HDR10+ (2017) gana terreno como alternativa accesible. Esta dualidad permite a Netflix cubrir un espectro más amplio de tecnologías, asegurando que más espectadores aprovechen las ventajas del HDR sin restricciones.
Esta decisión llega en un momento en el que las plataformas suelen recortar catálogos o incrementar precios, la incorporación de HDR10+ sin coste adicional se presenta como un valor agregado para los suscriptores. No obstante, queda por ver cómo equilibrará la empresa estas mejoras técnicas con las expectativas de un mercado cada vez más exigente.