El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, pidió este lunes a su homólogo británico, Steve Reed, que el Reino Unido avise con antelación de cualquier variación en los controles fronterizos a productos agroalimentarios para que los productores españoles puedan prepararse.
Planas viajó a Londres para reunirse por primera vez con el laborista Reed y para participar en una cumbre del sector en la capital británica. En declaraciones a medios españoles en la embajada, Planas explicó que sugerirá a Reed, dentro del respeto a la soberanía británica, que se avise con la suficiente anticipación de cualquier endurecimiento de los controles de entrada para que productores y exportadores se adapten.
“El Gobierno del Reino Unido puede adoptar esos controles en el momento que estime oportuno porque es un país no comunitario. Lo que ocurre es que, de una forma muy razonable y muy sensata, el Reino Unido ha tenido en cuenta hasta ahora no solo los intereses de la relación comercial con España y el resto de la Unión Europea, sino también el abastecimiento de su propia población”, dijo el ministro español.
Planas catalogó su petición como una “demanda de cortesía”, para que, al igual que se hizo antes de la entrada en vigor del Brexit en 2021, el Ministerio pueda trabajar con la Federación Española de Industrias de Alimentos y Bebidas para preparar el nuevo escenario.
Desde su salida de la UE, el Reino Unido ha pospuesto la puesta en marcha de controles a frutas y verduras frescas para impedir un alza de los precios y problemas en el suministro. La semana pasada, medios británicos revelaron que el nuevo Gobierno laborista planea retrasar la entrada en vigor de los controles aduaneros a fruta y verdura fresca hasta julio de 2025, pese a que primero se preveía su implementación el 31 de octubre y posteriormente esta se aplazó al próximo enero.
Planas reconoció que el Brexit ha causado alteraciones a los exportadores españoles, especialmente a pequeñas y medianas empresas, que necesitan vender mayores cantidades para rentabilizar los envíos al Reino Unido por los costes administrativos.
“Hay que ser muy realistas, pero lo que estamos intentando desde nuestra parte y yo creo que también por parte de las autoridades británicas es intentar minimizar para los ciudadanos esa situación”, señaló, pese a lo cual advirtió que, desde el Brexit, España “ha conseguido no solo mantener, sino incrementar el valor de lo que vende e incluso incrementar el volumen”.
Respecto a la intención del Ejecutivo de Keir Starmer de negociar con la UE una relajación de los controles sanitarios y fitosanitarios, Planas defendió que España mantiene “condiciones muy estrictas en relación con la importación de países terceros”, si bien eso es una prerrogativa comunitaria y no estatal.
En la agenda de la reunión entre los ministros figura también el acuerdo de pesca entre el Reino Unido y la UE, que expira el 30 de junio de 2026, así como el establecimiento de áreas marinas protegidas en aguas de soberanía británica y su posible repercusión en la flota pesquera española.