De “el Psico-Social” a “el Sico-Social”

Me han preguntado por qué ponía en portada del libro el título escribiéndolo diferente del pintor Llorca, el de Llorca está muy bien y el mío, que es el que pertenece a los que hablaban en gallego, casi bien.
Explico, si escribes en castellano  debes poner la “p”, como Psiquiatra, pero si está escribiendo en lengua gallega no se pone la “p”, como tampoco se ponen en las lenguas de Portugal y Brasil; yo digo que casi bien, porque si estás hablando en gallego debes escribir “O Sico-Social”.


El PSICO-SOCIAL de Ferrol tiene varias etapas, al principio todo se escribía en castellano; poco después escribían en castellano y en gallego iniciante, cada uno ponía lo que le parecía, excepto Dolores Arribe que dominaba la lengua gallega y la gallego-portuguesa, se quedó el gallego aunque no en todos. Cuando obtuvieron la aprobación para trabajar vimos que habían  respetado lo escrito en la solicitud “EL SICO-SOCIAL”, lo que me impulsó a  respetar esa forma.


El título, antes de leer el libro, parece una errata, después de haberlo leído se entiende. El título dice lo que ocurrió en El Sico-Social: la separación de la primera parte llevada por Cáritas Diocesana que lo escribían en castellano, abrió la puerta al gallego de la segunda parte en la que pasan a dirigir los enfermos, socios, voluntarios, etc., calificados de socialistas, comunista, y nacionalistas. La guerra está armada, la iglesia ayudará a los que lo necesiten, sin preguntarles su  ideología, pero no les gustaba que oliese a comunistas.
El SICO-SOCIAL fue un proyecto llevado a cabo por la fuerza e interés de los que pensaron en cambiar los métodos de tratamiento de los enfermos mentales, junto con los que vieron la necesidad de ayudar a los que pensaban estar “mal de la cabeza”, algunos terminaron en el manicomio de Conxo. Había que ir a las raíces para descubrir que el mal procedía de temas muy importantes de carácter social: no tener trabajo, no tener dinero, no poder pagar enseñanza de los niños, y todo lo que pueden imaginar, “No estaban locos los estaban enfermando, los problemas”. La necesidad exigía encontrar psiquiatras que hiciesen ese modelo social, lo toparon en los doctores José García y Emilio González. En ese momento, Ferrol empleó ese método que sólo tenían en España: Barcelona y Madrid.


Hay muchas actitudes de El Sico-Social que se pueden analizar a través del libro: ¿le ayudaron sus colegas del muelle?, ¿se portó bien la prensa?, ¿supieron examinar de dónde podía llegar el dinero?, etc. . Tocando este último objeto, los directores y técnicos  tenían la ilusión de que cuando llegaran los de izquierdas al poder, primero les iban a ayudar económicamente y segundo El SICO-SOCIAL sería incorporado a la Salud Pública, manteniendo sus formas y maneras. En el año 1979 los alcaldes elegidos en Ferrolterra eran de izquierda, pero no eran suficientes sus ayudas. Enseguida el gran choque fue con la derecha de la Xunta de Galicia que, como se ve en el libro, se negaron desde el principio, aunque dijesen que sí, después daba que no.


Por otra parte, los psiquiatras los abandonaron pronto; los pocos que dominaban el trabajo pedían sueldos altos, imposibles de pagar; por todo eso y el surgir de los psicólogos para atender, especialmente a los niños, debilitó la existencia de la psiquiatría, y el “crecer” de la psicología. La suerte del SICO estaba echada, o se volvía al principio o se disolvía, ganó lo segundo con mucho dolor de aquellos que lo habían fundado.
Una curiosidad, a última hora (ya salido el libro), aparecieron los documentos que hablan de los socios, con el listado que, sin completar, alcanzó con Mª del Socorro C. el número 505. Los papeles me llegaron a través del Diario de Ferrol, se lo agradezco, pienso repasarlos despacio y hacerlos  públicos. Sentí en este trabajo de investigación algo raro, en Ferrol casi nadie se acordaba de nada.


Que sepan los ferrolanos que El SICO-SOCIAL es un hecho digno de formar parte de la historia de Ferrolterra.

De “el Psico-Social” a “el Sico-Social”

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