El doctor Manuel Ruibal es un prestigioso urólogo especialista en cirugía robótica, con más de 20 años de experiencia que lo consolidan como referente nacional en su campo. Ha desarrollado una destacada trayectoria en cirugía laparoscópica y robótica, convirtiéndose en uno de los mayores expertos en el manejo del robot quirúrgico Da Vinci en España.
Sus áreas de competencia incluyen cirugía robótica, cirugía laparoscópica, oncología urológica, suelo pélvico y tratamiento del nervio pudendo, lo que refuerza su reputación como líder en la especialidad.
¿Qué significa para usted la iniciativa “Movember” y por qué cree que es importante que la gente se conciencie sobre la salud masculina en temas como el cáncer de próstata y el cáncer de testículo?
Movember es un movimiento que pretende sensibilizar a la población masculina sobre el cáncer de próstata, el tumor más frecuente en los varones. Este movimiento global va más allá de intentar concienciar para mejorar el pronóstico y tratamiento de esta enfermedad, sino que transmite un mensaje de apoyo y solidaridad. Es importante que los varones se tomen en serio la necesidad de controles y chequeos periódicos. Esto nos permite un diagnóstico precoz, que es el factor más importante para lograr la curación.
¿Qué síntomas deberían hacer que un hombre consulte a un especialista para prevenir el cáncer de próstata o de testículo?
Ambos son tumores asintomáticos. Generalmente, cuando los síntomas ya están presentes (dolor, sangrado urinario…) suele ser tarde para lograr la curación. En relación al cáncer de próstata, al no producir síntomas, la sospecha se establece a partir de la determinación del PSA (antígeno prostático específico) en una analítica de sangre. En cuanto a los tumores testiculares, suelen diagnosticarse por un aumento del tamaño del testículo, generalmente sin dolor.
El cáncer de próstata es uno de los más comunes entre los hombres. ¿Cuáles son las principales causas y factores de riesgo de este cáncer?
En el cáncer de próstata, existen dos factores muy relacionados con su aparición. El primero y más importante es la edad. El riesgo de padecer cáncer de próstata aumenta con los años y se estima que este riesgo empieza a incrementarse a partir de los 50 años. El otro factor importante es la genética. El cáncer de próstata comparte alteraciones genéticas con otros tumores. Aumenta el riesgo de padecer este tumor a edades tempranas cuando existen antecedentes familiares (padres, hermanos, tíos, primos…) de cáncer de próstata, mama, ovario, páncreas o melanoma. Por ello, en todas estas situaciones, se recomienda comenzar el control en torno a los 45 años.
¿A partir de qué edad recomienda que los hombres se realicen chequeos de próstata y cuáles son los exámenes más comunes para detectarlo?
Se recomienda comenzar a los 45 o 50 años, dependiendo de las situaciones anteriormente mencionadas. Por otro lado, los controles son muy sencillos. Consisten en una breve historia clínica, exploración física y, sobre todo, la analítica del PSA. Por ello, aconsejo a los pacientes que cuando acudan a un control prostático ya traigan la analítica de sangre del PSA.
En cuanto al cáncer de testículo, ¿qué grupos de edad están más en riesgo y qué señales de alerta no deben ignorar los hombres?
El cáncer de testículo también se relaciona con la edad, pero en este caso diríamos que en sentido contrario. Suele aparecer a edades mucho más tempranas y el riesgo disminuye con los años. La mayor incidencia se encuentra entre la adolescencia y los 30 años. Es poco común antes de la pubertad y también a partir de los 40 años. El síntoma más habitual es el aumento del tamaño testicular, generalmente sin dolor.
¿Cuánto influyen la dieta y el ejercicio en la prevención de estos tipos de cáncer?
La dieta y el ejercicio son importantes para una vida saludable, evitar enfermedades cardiovasculares, diabetes y también en determinados tumores como colon, pulmón… Sin embargo, en los tumores testiculares o en el de próstata, influyen muy poco.
¿Existen exámenes o técnicas de autoexploración que puedan ayudar a los hombres a detectar signos tempranos de cáncer testicular?
Es importante que los varones de esas edades se autoexploren y, si detectan un aumento del tamaño testicular, acudan al urólogo. La ecografía es la prueba esencial para diagnosticar un tumor testicular.
Sabemos que tiene una amplia experiencia en cirugía robótica. ¿Cuáles son las ventajas de esta tecnología en las cirugías de próstata y cómo beneficia a los pacientes?
Los robots quirúrgicos están pensados y desarrollados para ayudar a los cirujanos a realizar las intervenciones. Le permiten al cirujano ser más preciso y, por lo tanto, poder mejorar los resultados y reducir los riesgos. En el caso del cáncer de próstata, la cirugía robótica mejora los resultados tanto de continencia urinaria, como de potencia sexual. Esto es muy importante porque evitamos secuelas que deterioran la calidad de vida de un modo muy significativo. Un punto muy relevante a destacar es que los robots no son más que máquinas que hacen lo que dice el cirujano. Por lo tanto, la persona que está detrás de la máquina es la que asume toda la responsabilidad de la cirugía. Es el cirujano, con su experiencia y su pericia, el que puede lograr los resultados esperados de la cirugía robótica. Primero el cirujano, después la máquina.
¿Puede explicarnos en qué consiste una intervención de cirugía robótica para el cáncer de próstata y en qué se diferencia de la cirugía tradicional?
Con la cirugía robótica, podemos conservar todas aquellas estructuras que rodean la próstata y que son esenciales para la continencia urinaria y la potencia sexual. En el tumor de próstata, debemos extirpar toda próstata sin alterar o dañar los nervios que la rodean. Esto permite lograr los tres objetivos: la curación, conservar la continencia urinaria y conservar la potencia sexual. Los cirujanos expertos, con elevado nivel en cirugía robótica, son los que tienen más probabilidades de lograr estos objetivos. En la cirugía tradicional, la peor visión y la menor precisión hacían que los pacientes sufrieran más secuelas de incontinencia y, sobre todo, de impotencia sexual.
¿Cree que los hombres están lo suficientemente informados sobre los problemas de salud masculinos o aún existe cierto tabú o falta de información?
Aunque queda camino por recorrer, cada vez los hombres están más concienciados con mejorar su salud masculina. Actualmente, disponemos de muchos estudios y tratamientos para mejorar la calidad de vida de los varones. Al igual que las mujeres, los hombres, a partir de una edad, sufrimos cambios hormonales que repercuten en nuestra calidad de vida. Lo que se conoce como déficit de testosterona sería el equivalente a la menopausia en la mujer. Este déficit conlleva una merma no solo en la actividad sexual, sino también en otros órganos.
¿Cuál sería su mensaje para todos aquellos hombres que evitan hacerse revisiones por miedo o por desinformación?
Los controles urológicos y los chequeos cardiológicos constituyen pilares para mejorar la calidad de vida de los varones.
Para finalizar, ¿cómo pueden familiares y amigos ayudar a concienciar a los hombres en temas de salud masculina y a hacerlos sentir cómodos al hablar de estos temas?
La naturalidad con la que las mujeres en particular y la sociedad en general abordan los problemas propios del sexo femenino (tumores de mama, menopausia…) es el camino a seguir en la población masculina. Los problemas que aparecen con el paso de los años afectan a ambos sexos, por lo que deberían comentarlos y abordarlos para minimizar sus efectos en la calidad de vida de las personas.