El consumo de ansiolíticos y antidepresivos para mejorar el ánimo, la ingesta regular de sustancias legales como el alcohol y el tabaco y el juego de apuestas con dinero, especialmente en loterías y en menor medida en tragaperras o bingos, son las adicciones más comunes entre los mayores en España.
Según el estudio 'Personas mayores y adicciones: un diagnóstico con perspectiva de género', de la Red de Atención a las Adicciones UNAD y el Observatorio Lares, el 52,6% de los entrevistados reconoce haber tomado ansiolíticos en el último año y un 33,3% antidepresivos, el 63% de ellos lo hace para mejorar el estado de ánimo y un 41% diariamente. Pese a estos datos, la percepción de riesgo de caer en una conducta adictiva por este consumo farmacológico es bajo.
El estudio, que pretende ser una radiografía de los mayores, se ha realizado este último año sobre una muestra de 223 personas, todas ellas con un grado de institucionalización en las entidades participantes, una edad media de 79,3 años y sin deterioro cognitivo.
No obstante, para conformar la muestra la investigación considera la población de 55 y más años, teniendo en cuenta el envejecimiento precoz que se produce cuando se han venido consumiendo sustancias a lo largo de la vida.
La muestra que cuenta con un 60% de mujeres constata que son ellas más adictas a los ansiolíticos y antidepresvivos, consumo que se da en un 64% de las encuestadas.
Si bien los entrevistados no perciben como adictivos el consumo de estos fármacos, no ocurre lo mismo con la ingesta de alcohol o el tabaquismo que sí reconocen como hábitos que entrañan un alto riesgo de adicción.
Según el estudio, un 52% de los entrevistados ha consumido alcohol y tabaco en los últimos doce meses, si bien la adicción es mayor entre los hombres (55%) y la edad media 74 años
En lo que respecta al juego, un 42% reconoce haber jugado o apostado en el último año, la edad media es 78 años y, en este caso, el hábito tiene componente femenino, el 52,3% de las personas que lo forman son mujeres.
El documento, presentado por la responsable del Observatorio LARES, Encina Díaz, y la socióloga y técnica de UNAD, Blanca Criado, revela que el 60% de las encuestadas son mujeres y de ellas, un 21% ha sufrido alguna vez violencia de género por parte de su pareja.
El perfil de las mujeres entrevistadas es el de nacidas en España, con una media de edad de 83 años, que han vivido tanto en entorno urbanos como rurales, un 49% ha enviudado y un 26,5% es soltera.
Un 43% tiene bajos niveles de actividad social y de ocio y un 47,5% pocos contactos sociales estrechos.
También es bajo el nivel de estudios de estas mujeres. Un 32,2 % tiene completada las enseñanzas primarias y un 35% carece de los estudios básicos. Ademas un 45% ha tenido a lo largo de su vida trabajos de baja cualificación y el 25% se ha dedicado al trabajo doméstico.
En la presentación del estudio, el presidente de la red UNAD, Luciano Poyato, ha constatado que al aumentar la esperanza de vida, "la supervivencia de las personas que han sufrido o sufren adicciones también crece" y, por tanto, se necesitan recursos y personal preparado para trabajar con la población mayor.
También ha participado en el acto la exministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, que ha pedido que el estado de bienestar evolucione hacia un modelo de "cuidador" y eso supondrá que los mayores estén en el centro de cualquier decisión política.
Desde UNAD se ha hecho un llamamiento a las administraciones públicas para que la atención a las adicciones de los mayores se haga de manera interdisciplinar entre profesionales del ámbito de las drogodependencias, la geriatría y la atención primaria y teniendo en el foco a las mujeres que llegan "más tarde y en peores condiciones" a los recursos de atención.