Lituania, Suiza, Ucrania, Países Bajos, Moldavia, Portugal, Islandia, Grecia, Noruega y Armenia firmaron su pase a la gran final del sábado 14 de mayo -en la que ya está el Big Five formado por España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania-, con mayor preferencia de jurado y televoto por las propuestas de ritmo más lento. Así consiguieron triunfar las propuestas intimistas de Monika Liu (Lituania), Marius Bear (Suiza), S10 (Países Bajos), Maro (Portugal), Systur (Islandia), Amanda Georgiadi Tenfjord (Grecia) y Rosa Linn (Armenia), mientras que la opción del movimiento solo consiguió el pase de la mano de los ritmos más étnicos de Kalush Orchestra (Ucrania) y Zdob și Zdub & Frații Advahov (Moldavia) y la propuesta más divertida de los lobos de Noruega, Subwoolfer.
Fuera se quedaron favoritos como Ronela Hajati (Albania), que sufrió mucho los problemas de realización con varios planos fuera de lugar, los divertidos letones que hacían apología del veganismo, Citi Zeni, o el DJ LUM!X que junto a Pia Maria traía unha propuestra austríaca muy valorada, pero que se estrellaron en directo con una sospechosa afinación.
Este jueves será el turno de la segunda semifinal, en la que habrá que ver si se mantiene la querencia por el ritmo lento -de camino a que la española Chanel pueda ser de las pocas canciones movidas que suenen en la final- o bien cambia la situación. Abrirán los veteranos The Rasmus por Finlandia, que apuestan en "Jezabel" por el contraste de negro y amarillo para llamar la atención, seguidos del histriónico israelía Michael Ben David con "I.M".
Una de las que puede dar la sorpresa y por la que algunos apuestan como "dark horse" de la edición -es decir, la favorita oculta- es la serbia Konstrakta y su "In Corpore Sano", que presenta una propuesta conceptual en la que el lavado de manos forma parte fundamental. A seguir llegará la balada de Azerbaiyán y Nadir Rustemli, "Fade to black", una de las mejores voces masculinas de la edición, y luego la locura de Circus Mircus (Georgia) con "Lock me in". La propuesta de Malta con Emma Muscat y "I am what I am" pecó en los ensayos de parecerse más a una coreografía de una película Disney, pero todavía tiene margen de mejora para colarse en la final.
El italiano Achille Lauro, aunque por San Marino, llevará su "Stripper" al escenario, cargado de objetos, desde jaulas hasta todo un toro mecánico y lo recargado continuará con el australiano Sheldon Riley, que lleva un vestido que pesa 40 kilos.
La chipriota Andromache trae ritmo mediterráneo y una gran concha a "Ela", mientras que la irlandesa Brooke se pone divertida y juguetona en "That's rich" y la calma regresa con Andrea (Macedonia del Norte) y sus "Circles". El desierto de Almería es, curiosamente, uno de los protagonistas de la puesta en escena de Estonia y Stefan, que en "Hope" llevan al viejo oeste al espectador.
A continuación llegará el rumano WRS, uno de los fenómenos virales de esta edición de Eurovisión, que con "Llámame" lleva el castellano al escenario con la ya conocidísima línea "Hola mi be, be, bé". Ochman, otra de las grandes voces de la edición, llevará por Polonia "River", en una puesta en escena en la que muchos han observado un exceso de efectos especiales. La montenegrina Vladana homenajea a su madre en "Breath", mientras que Jeremie Makiese, por Bélgica, se presentó en Turín con "Miss you" en una propuesta escénica que muchos periodistas especializados calificaron de pobre.
La semifinal se cierra con otras dos de las favoritas: Cornelia Jakobs (Suecia) con la balada "Hold me closer" y We Are Domi (República Checa) con el pop electrónico de "Lights off".
La primera de las semifinales consiguió un gran éxito de audiencia en su emisión en La 1 de TVE, con 1.245.000 espectadores, en una muestra de la ilusión que está despertando este año el festival y, sobre todo, la candidatura de España, encabezada por Chanel, de la que se podrá ver un pequeño fragmento -junto a los de Reino Unido y Alemania- en esta segunda semifinal del jueves 12, en la que el público español también podrá votar por primera vez.