El comercio cierra sus puertas incluso en las calles peatonales del centro

El comercio cierra sus puertas incluso en las calles peatonales del centro
la franquicia de moda infantil bóboli está en un proceso de liquidación de mercancía previo al cierre jorge meis

Esta misma semana dábamos cuenta del cierre de la totalidad de los establecimientos del grupo ferrolano Leder, propiedad de José Barros. La noticia ha sido recibida con sorpresa por tratarse de una empresa con tiendas en otras ciudades como A Coruña y Lugo y porque pertenecía a una saga familiar dedicada durante años al comercio en Ferrol.

Pero lamentablemente no es el único caso de desaparición de comercios en la ciudad. Al contrario, casi a diario se suman nuevos bajos comerciales a la ya amplísima lista de los que permanecen vacíos porque, pese a los anuncios de venta o alquiler, no hay recambio para los negocios que se cierran.

Especialmente lamentable es el caso del tramo del centro comprendido entre la plaza de Armas y la de España. Pese a que las tres calles principales, Real, Galiano y Magdalena son peatonales –una medida que suele favorecer al comercio porque establece zonas de paseo y facilita su visibilidad– cada vez son más los establecimientos que cierran. Algunos, como el emblemático Bolsos Herrero –un negocio “de toda la vida”– o, hace ya algunos meses, el grupo de tiendas infantiles Casás, lo hacen por jubilación del propietario, pero otros por no alcanzar a cubrir las expectativas con las que abrieron sus puertas.

Los últimos en sumarse a esta trágica nómina son dos franquicias, dayaday –dedicada a los bolsos y complementos– y Bóboli –de ropa de niños–. Pese a tener una buena localización, en la céntrica calle Real, no han sido capaces de soportar los duros envites de la crisis económica. El primero ya anunciaba su inminente cierre, ahora consumado, las pasadas navidades y el segundo ha esperado a este mes para anunciar la liquidación de su stock.

Este continuo goteo de cierres está convirtiendo en un páramo comercial parte de las calles del barrio de A Magdalena, una zona cuyo principal atractivo, precisamente, es funcionar como referente de buena parte de la comarca en establecimientos de compras.

De esta situación ni siquiera se salvan las “manzanas de oro” de la calle Real, entre la plaza de Armas y la de Amboage, donde también están desapareciendo numerosos negocios, algunos de referencia en la ciudad, como calzados Prince.

La crisis económica es, desde luego, la principal responsable de la dramática situación a la que se ve abocado el comercio ferrolano, pero el elevado precio de los alquileres de los bajos juega también un papel fundamental en el problema. La concentración de la propiedad de estos locales en pocas manos hace que resulte difícil para los emprendedores encontrar precios asequibles.

 

bolsa de locales

Desde el Ayuntamiento se empezó a trabajar hace prácticamente un año en un plan de apoyo al comercio en colaboración con las propias asociaciones de comerciantes. En este contexto se decidió que la Asociación de Profesionales Inmobiliarios del Noroeste (APIN) elaborase un censo de locales vacíos para posteriormente tratar de colocarlos en el mercado. Al trabajar en el sector, consideró el Concello, la entidad es la que con mayor facilidad podría elaborar una relación de locales vacíos, un trabajo que, según confirmó el responsable del área de Economía en el Ayuntamiento, Alejandro Langtry, ya está finalizado.

También está elaborado ya el pliego de condiciones que tendrá que cumplir la empresa que se ocupe de gestionar esta “bolsa de locales”, por lo que el procedimiento de contratación –abierto a la participación de firmas de toda España– se iniciará en breve.

Según las previsiones de Langtry en el plazo de dos meses puede estar funcionando ya esta empresa, cuyo objetivo es no solo favorecer la utilización de los bajos comerciales en desuso sino también hacer del centro de la ciudad un lugar atractivo para los emprendedores que deseen instalar nuevos negocios. Así, la adjudicataria de la gestión de la bolsa tendrá la responsabilidad de promocionar Ferrol como zona apetecible para abrir establecimientos comerciales divulgando incluso las posibilidades de la ciudad en esta materia en las ferias del sector, explicó Alejandro Langtry.

 

El comercio cierra sus puertas incluso en las calles peatonales del centro

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