A falta de que se cerrase el escrutinio y de quese recuente el voto de la emigración, la candidatura que encabeza Leiceaga fijó un nuevo suelo electoral para el PSdeG.

El límite lo había puesto en 1997 el actual alcalde de Vigo, Abel Caballero, al obtener 15 escaños al frente de una coalición del PSdeG con Esquerda Galega. De ellos, los dos de la fuerza minoritaria se pasaron al grupo mixto, quedando así los socialistas con 13 representantes.

Atendiendo a los datos de las provincias, el PSdeG sigue siendo la segunda opción preferida para los lucenses y los ourensanos, mientras que en la franja atlántica ha sido desplazado al tercer puesto por detrás del partido instrumental En Marea.

Con todo, en A Coruña mantiene los mismos cinco diputados que obtuvo en 2012 y los mismos que En Marea pese a recibir unos 12.000 sufragios menos. La pérdida más acusada se da en Ourense, al pasar de cuatro representantes a dos, los mismos que el partido liderado por Luís Villares, que cosechó 7.000 votos menos.

Mientras tanto, en Lugo y en Pontevedra se pierden sendas actas. De este modo, serán tres los parlamentarios lucenses en el Pazo do Hórreo por cuatro pontevedreses, con lo se queda fuera el sobrino de Abel Caballero, que concurría en quinta posición.

En cuanto a las siete ciudades, al borde de la conclusión del escrutinio, los socialistas quedaron relegados en todas ellas a la tercera posición.

Si bien el peor resultado en una ciudad se dio, precisamente, en la capital gallega, lugar de residencia del candidato (con un 16,48 por ciento), también es la única de las siete plazas principales en la que los resultados del PSdeG experimentaron una mejora.

En el resto de urbes gallegas, los datos cayeron mayoritariamente entre los dos puntos de A Coruña, Vigo y Pontevedra hasta los cuatro de Lugo con respecto a las autonómicas de 2012.