El creador luso-galaico Manuel Patinha presentará hoy en Ferrol el nuevo volumen de la colección “Grandes pintores”, con la que la Diputación de A Coruña analiza la biografía y trabajo de firmas imprescindibles para entender el arte gallego. El libro dedicado a Patinha se dio a conocer a mediados de mes en la propia sede de la institución provincial pero hoy, a las siete de la tarde, lo hará ante sus vecinos de Ferrolterra en el Centro Torrente Ballester. Estará para ello el artista acompañado por el presidente de la Diputación, Diego Calvo; el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, así como miembros de distintas corporaciones de la zona; y los tres autores de la obra: Eva Ocampo, María Fidalgo y Pedro Taboada.
El trabajo se estructura en tres partes. La primera se corresponde con una biografía que firma la profesora e investigadora Eva Ocampo y en la que se recogen los hitos más importantes de este creador luso, desde sus orígenes hasta su paso por las plataformas petrolíferas del Mar del Norte, su fascinación y su formación con el trabajo de distintos metales, su llegada a Narón y su reconocimiento como escultor en Galicia y en Portugal. Sin olvidar el papel decisivo del matrimonio formado por Álvaro García Acción y Divina, que lo integraron en su familia y a los Patinha tiene siempre presentes.
La historiadora del arte María Fidalgo se encarga del análisis de la obra creativa, explicando su formación como artista y las claves de su pintura (recuerda que Patinha comenzó como pintor surrealista, parte poco conocida de su trayectoria), su grabado, escultura y escultura pública.
Pedro Taboada (impulsor de la web Pintores Gallegos y comisario de varias exposiciones) se encarga en la parte final del análisis de la escultura conmemorativa del 800 aniversario de la catedral de Santiago, que actualmente se encuentra en el claustro de este templo y que supone una de las cimas creativas de la carrera de Manuel Patinha.
“Es un trabajo muy interesante. Pocos pintores sueñan con tener un reconocimiento en vida a su labor en su tierra”, comenta María Fidalgo. “Conocía a Patinha como escultor y para mí ha sido mi trabajo más interesante, después del estudio de Abelardo Miguel, sobre todo en su parte pictórica surrealista más desconocida”.