La puesta en servicio de las bateas en la parte externa de la ría ha permitido movilizar desde 2012 un volumen de almeja imposible de alcanzar con las limitaciones que imponía la declaración de zona C del banco de As Pías en los años anteriores.
Los últimos datos de la Consellería do Medio Rural e do Mar, todavía provisionales, indican una producción de casi 277.000 kilos el año pasado, algo menos que el ejercicio anterior pero más que cualquiera de los precedentes hasta 2001, con la única excepción de 2005, cuando se vendieron a través de los cauces legales 287,5 toneladas en las lonjas de Ferrol y Barallobre.
No obstante, el mejor dato es el primero que tiene registrado en la base de datos el departamento de asuntos pesqueros, 1997. Entonces, las rulas de los dos pósitos con autorización para faenar en el banco de As Pías subastaron 645,5 Tm., bastante más del doble que ahora.
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La diferencia se explica con que, desde entonces, las circunstancias han cambiado considerablemente. Además de haber más mariscadores faenando en la ría y también más recurso de talla comercial disponible, el estado de contaminación microbiológica no era el actual. Quince años de vertidos de aguas residuales han deteriorado significativamente el estado del que era el banco de almeja babosa más productivo de Galicia y, por lo tanto, también del resto del Estado.
Desde el año pasado, y con la progresiva entrada en funcionamiento de las estaciones depuradoras de aguas residuales en ambas márgenes de la ría, se evitará que la situación empeore y se acumulen más residuos en los fondos de la ría, aunque para acelerar la recuperación microbiológica será necesario, advierten los biólogos, complementar el saneamiento con trabajos de regeneración que, por ejemplo, en 2014 no se hicieron.