El portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, abandonó ayer airado unos minutos el hemiciclo del Parlamento gallego tras levantarse de su escaño, ponerse delante del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que intervenía en ese momento, y gritarle: “un poco de decencia”, mientras golpeaba el escaño.

El incidente se produjo durante la sesión de control, con tres preguntas de la oposición sobre las fotos del jefe del Ejecutivo con Marcial Dorado, en prisión por narcotráfico, cuando el presidente afeaba la estrategia del portavoz del BNG, Francisco Jorquera.

Feijóo acusó al líder nacionalista de sobreactuar, con lo que, en su opinión, solo le quedaba “sacar el zapato” –como hizo Beiras hace años en una ocasión en el Parlamento– o “emocionarse tanto, tanto” hasta llorar, como también hizo el portavoz de AGE en el pleno pasado, que debatió igualmente sobre las fotos del presidente con Dorado.

El juez supremo

En este momento, Beiras se levantó de su escaño y se dirigió al de Núñez Feijóo, que estaba interviniendo, dio un golpe en la madera y dijo: “Un poco de decencia”.

El presidente de la Xunta ironizaba sobre las intervenciones parlamentarias del veterano político

Una vez en su escaño, mientras Núñez Feijóo seguía hablando, Beiras cuestionaba airadamente si el presidente se creía “el juez supremo de Galicia” y acto seguido volvió a levantarse y se le pudo escuchar: “Me voy, no hay Dios que lo aguante”.

Unos minutos después, regresó al hemiciclo, mientras intervenía la viceportavoz de su grupo, Yolanda Díaz, momento en el que la bronca alcanzó su clímax.

Núñez Feijóo, decidió entonces pasar por alto sus propia falta de respeto hacia un parlamentario, y pidió a Díaz que pidiera disculpas si no a a él, sí a la Cámara y al Gobierno democrático de Galicia, por la actitud de Beiras.

Antes, a Jorquera (BNG), Núñez Feijóo le había espetado que aún podía seguir siendo un “político competente” pero que con su actitud “a lo mejor consigue un premio: el de imitador de Beiras, pero no el de los votos de los gallegos”.

Lejos de esas disculpas, Díaz insistió en que violencia es la que practicaban “los amigos” de Marcial Dorado y continuó exigiendo la dimisión del presidente gallego, porque su ética “está por los suelos”.

El titular de la Xunta retomó la palabra para proclamar que su grupo está “harto”. “Estamos hartos de que se nos llame criminales”, indicó Núñez Feijóo entre gritos y abucheos de la oposición.