La Consellería do Medio Rural e do Mar y las cofradías de pescadores de Ferrol y Barallobre acordaron retrasar al menos hasta la segunda quincena de mes la reapertura de la zona de reinstalación de Punta San Carlos. Es la primera vez en los tres años que lleva funcionando el sistema de bateas que la extracción en las zonas C se demora tanto tras el paréntesis del verano, que fue de dos meses en 2013 y de solo uno el año anterior.
La decisión de mantener bloqueada la zona de reinstalación obedece a que la semana pasada el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño –Intecmar– procedió al cierre cautelar de la zona I, es decir, de la parte más externa de la ría (desde Punta Segaño hacia la boca), en la que se localizan las bateas, tras haberse detectado toxicidad en moluscos infaunales, entre los que se incluye la almeja.
El Intecmar confirmó ayer que sigue muestreando la zona, pero fuentes de la Consellería confirmaron que no podrá reabrirse para la extracción marisquera hasta que dos analíticas consecutivas verifiquen un descenso en los niveles de toxina lipofílicas, que en las últimas semanas han mantenido en jaque al sector mejillonero gallego.
menos topes
La prórroga del cierre del banco de As Pías ha sido bien acogida por el sector profesional, que en principio no se verá perjudicado a corto plazo porque en estos momentos el recurso disponible y el precio de la almeja extraída en las zonas de libre marisqueo, incluida la parte B de As Pías, le proporcionan mayores beneficios que los que podrían obtenerse con los bivalvos depurados en las bateas.
No obstante, sí se han introducido diversos cambios en las zonas B de la ría en las que están faenando los socios de Ferrol y Barallobre. El más importante afecta a los topes, que pasan de los diez por día y persona a los siete.
Esta decisión técnica tendría que ver con los periodos de desove de la almeja, si bien los pósitos han remitido un escrito a la jefatura provincial de la Consellería do Medio Rural e do Mar pidiéndole mantener la misma cantidad que antes.
Para ello esgrimen los resultados de los últimos muestreos, los correspondientes a la primavera pasada, en los que se constató la existencia de un stock de 140 toneladas de almeja babosa de talla comercial en esas zonas –la situación en el banco de As Pías es muy diferente–, lo que supone un incremento con respecto al recurso disponible del ejercicio anterior. n