Cuando José Espasandín Pastoriza se mudó al puerto de Ferrol con su pareja hace más de un año, contaba con que la existencia de las gaviotas fuera habitual, ya que si es abundante su presencia en diferentes partes de la ciudad más habría de serlo en la zona portuaria. Sin embargo, nunca creyó que la convivencia con estas aves fuera tan molesta para su día a día o, especialmente, durante las noches.
Asegura José que la situación a día de hoy es casi “insostenible”, de hecho ya ha remitido una nota al Concello solicitando la intervención de los servicios municipales para paliar de algún modo los daños que causan estas aves en su vivienda, situada en la calle Benito Vicetto. Asegura que los ejemplares de gaviota se acumulan “por decenas” en el tejado del inmueble. Asimismo, indica que en una única ventana oscilovatiente tipo Velux “se llegan a juntar hasta cuatro o cinco para comer un trozo de pescado”. Asimismo, asegura que las ventanas son prácticamente opacas debido a la cantidad de excrementos que se acumulan en las mismas en muy poco tiempo. También han sufrido filtraciones debido a que las aves mueven las tejas a su paso. Además, la actividad de estos ejemplares dificulta seriamente que concilien el sueño.
El problema de estos vecinos no dista mucho del que sufren otros ferrolanos que viven en el puerto, donde la presencia de estas aves es más destacada, o en otras zonas de la ciudad, que también se ven afectadas por la masiva llegada de ejemplares y su incesante actividad en estos meses de cría.
Quejas e intervenciones
Desde el gobierno municipal recuerdan que ante cualquier tipo de problema derivado de la presencia de estas aves (hay sobre 800 en la ciudad) lo que se debe hacer es contactar con el Concello, bien a través de Atención Ciudadana o Medio Abiente, como bien hicieron estos vecinos de la calle Benito Vicetto. Desde estos departamentos se transmiten todas estas quejas a la empresa concesionaria del servicio de control de la población urbana de la gaviotas patiamarilla y otras especies como el estornino y la paloma doméstica, que tiene contratado con la empresa Locus Avis, . No obstante, no hay que olvidar que en poblaciones costeras como Ferrol es inevitable la presencia de estas aves, que buscan en la tierra su sustento.
Asimismo, desde el Concello explican que es muy raro que la empresa que se encarga del servicio de control no consiga hacerse con la mayoría de nidos problemáticos, por muy inaccesibles que parezcan, de modo que animan a los vecinos a notificar cualquier problema.
Solo el año pasado Locus Avis recibió 363 avisos que motivaron una intervención por presencia molesta de gaviotas y 18 por la de palomas. Asimismo, en lo que va de año se superan ya las 140 incidencias. De estas, solo en el mes de junio se registraron 55 avisos por motivo e la acción de las gaviotas, que están especialmente activas en verano.
Asimismo, en lo que va de año se han retirado 60 nidos de gaviota, 78 huevos, 56 polluelos y 11 ejemplares adultos frente a tres adultos de paloma.