De vuelta a España después de participar en el Campeonato de Europa, y todavía emocionada por la repercusión que tuvo su actuación en Torun, en donde batió el récord nacional de lanzamiento de peso y superó la marca mínima para acudir a los Juegos Olímpicos de Tokio, Belén Toimil trata de poner los pies en el suelo. Lo hará dentro de unos días en Mugardos junto a su familia pero mientras, en León, disfruta de lo conseguido y lo que le espera los siguientes meses de 2021.
¿Le ha dado tiempo a asimilar lo conseguido en el Europeo?
Estoy en proceso. Nada más llegar a León hablé con mi padre y él me recordó la cantidad de cosas que había conseguido con un solo lanzamiento... pero aún no soy del todo consciente. Es cierto que me veía entrenando muy bien, pero al ser tan irregular con la técnica giratoria de lanzamiento continuaba buscando el tiro que sabía que podía hacer. Pero que este llegase en la calificación del Europeo, encontrándome tan bien... me dejó en “shock” de felicidad, tanto en ese momento como después. Lo estoy asimilando, pero es bueno haber conseguido ya el trabajo que tenía previsto para esta temporada; ahora solamente me tengo que centrar en entrenar para los Juegos Olímpicos. Es una tranquilidad enorme.
¿Cómo recuerda el lanzamiento realizado en Torun?
No sé cuántas visualizaciones tendrá ese vídeo, ¡pero la mitad son mías! Aún tengo que corregir cosas de la técnica, pero me sentí muy bien, sobre todo en cuanto al ritmo. Iba con la mentalidad de ser una repescada que no se jugaba nada, solo disfrutar del campeonato, que era como un sueño, en el calentamiento me noté muy bien y estaba tranquila de cara a los tres lanzamientos. Pero en el tiro me sentí tan bien que cuando vi que la bola pasaba la línea de la clasificación salí del círculo pensando: “¡La que acabo de liar!”. Una pasada, una experiencia reconfortante.
¿Qué es lo que más ilusión le hace de todo lo conseguido?
A ver, lograr la mínima para ir a unos Juegos Olímpicos es lo que todo deportista sueña... y yo no soy menos. Además, nunca la marca que se pedía era tan alta como este año y sabía que era difícil, pero estaba decidida a luchar por ella, que es para lo que estaba enfocado el entrenamiento hecho en el invierno. Por eso, al ver que el tiro pasaba la línea de 18,40 metros ya sabía que había logrado el récord de España, pero cuando vi que había tirado a 18,64... Aún me emociona y es un sueño que he podido hacer realidad gracias a trabajo y esfuerzo. Durante muchos años me costaba confiar en mí, pero este año empecé a no obsesionarme, a mejorar día a día, a disfrutar de los entrenamientos y del proceso. Estas recompensas son mi sueño.
Inició el año pensando en superar la barrera de los 18 metros, ¿lo acabará fijándose en llegar a la de los 19?
No voy a ponerme límites. Intentaré mantener este nivel de marcas durante el verano y, por qué no, mejorarlas. Pero de momento voy a disfrutar de lo que he hecho y, sin presionarme por llegar a los 19, intentaré establecerme en los 18 como algo natural. Y lo que llegue, ¡bienvenido sea!
¿Qué planes tiene para la temporada al aire libre?
El objetivo principal son los Juegos Olímpicos internacionales, pero también hay Campeonato de España, Copa de Naciones, Copa de Europa de lanzamientos y a ver si la marca que hice en el Europeo me da acceso a “meetings” internacionales... Ese tipo de competiciones pretendo.
¿Clasificarse para los Juegos colma sus aspiraciones?
Para un deportista, ir a los Juegos Olímpicos es lo máximo. Estoy muy ilusionada por haber conseguido la mínima, pero más por haberlo hecho con récord de España, clasificándome para la final del Europeo. He conseguido tantas cosas... y sobre todo saber que puede hacerlo, porque en la final, aunque no rendí igual, en el calentamiento lancé varias veces sobre 18,30 metros y eso me confirmó que no fue un tiro de suerte, sino que el trabajo está hecho y que puedo llegar más veces a esas marcas.
Una evolución que espera prolongar con el paso del tiempo
" Espero llegar a luchar por medallas en estas citas"
La clasificación para la final del Campeonato de Europa y la consecución de la mínima olímpica ejercieron de puesta de largo de Belén Toimil a nivel internacional. Ahora, la atleta mugardesa confía en llegar más alto.
¿Cómo fue su primera vivencia con la elite europea?
Yo estaba muy concentrada en mi competición. Otros años, en pruebas internacionales, me achicaba saber que iba a estar con las “grandes”, pero esta vez no lo vi así, sino como la oportunidad de competir contra gente de este nivel. Algunas son más majas que otras, por ejemplo me hice muy amiga de la holandesa, que también batió su marca personal en la final y yo la animé a que disfrutase... Y eso también es agradable.
¿Se ve luchando por medallas en estas citas?
Ese es el objetivo si todo sigue así o mejor. Que se logren es otra cosa, pero en una competición puede pasar de todo y la historia es seguir. Ahora tengo 26 años, se supone que la plenitud de un lanzador empieza a esta edad y se mantiene hasta los treinta y pico. Así que, toquemos madera para que me respeten las lesiones, pero todavía me quedan por delante muchos campeonatos en los que poder participar.
¿La pandemia la ha hecho en una mujer más fuerte?
Sí. Para mí, ha sido un antes y un después a la hora de valorar lo que hago. Todos dábamos por hechas muchas cosas en la vida que la pandemia nos ha demostrado que son privilegios, como entrenar. Me cambió el chip y me he tomado cada sesión de entrenamiento como un regalo, disfrutando del trabajo, de mis compañeros, notar que cada día vas mejorando con la técnica giratoria... y eso es lo que me llevo.