Ofelia ha vuelto a ser una de las protagonistas de la noche en MasterChef. La concursante gallega sigue acaparando todo el protagonismo, no solo entre sus compañeros sino también en el ácido y despiadado mundo de Twitter que no le da el aprobado a la santiaguesa envuelta en una nueva polémica. En esta ocasión se le acusa de haber plagiado una receta de su compañero Arnau, en concreto una mantequilla de trufa, en la prueba de eliminación de la que ha salido airosa, a pesar de que tanto en el primer cocinado como en la prueba de grupo a la de Santiago no le cayeron precisamente buenas críticas. Y es que al igual que en ediciones anteriores concursantes como Sara Lúa o Iván Mariñas hicieron gala de su condición atlántica a Ofelia ni el marisco ni el pescado se le dan bien. El programa de ayer transcurrió en la misma tónica que los anteriores, miradas y comentarios de unos compañeros que no toleran demasiado el comportamiento infantil y alocado de la jinete.
El talent show de RTVE despidió ayer a Álex que se batió en duelo en la prueba final con María, a la que Ofelia ha bautizado como La Barbie de Tomelloso, que ya en el anterior programa mostró carácter enfrentándose a la gallega. Asturias fue otra de las protagonistas de la noche de ayer, ya que los concursantes se desplazaron a Gijón para la prueba de exteriores donde tuvieron la oportunidad de ser asesorados por el chef asturiano Nacho Manzano con dos estrellas Michelín.
Otra de las polémicas de la noche tuvo que ver con la visita del humorista El Monaguillo que sorprendentemente le preguntó a la candidata Jiaping si era china. Twitter no tardó en arder y acusarlo de racista dejando una vez más el debate culinario en un segundo plano. Y es que parece que los chistes del Monaguillo no cuajaron en su visita a una edición de MasterChef.
Lo que está claro es que este nueva edición está destacando por su casting y que los concursantes no se saber si harán grandes elaboraciones pero lo que sí está claro es que dejarán grandes momentos al espectador, falta hará para aguantar hasta el final del programa que acaba bien entrada la madrugada.