Partidarios del expresidente estadounidense Donald Trump están acosando al director del Museo Grévin, en París, para conseguir la estatua de cera de su ídolo, que va a ser retirada.
Tras más de seis meses cerrado por la pandemia, el Grévin reabrirá sus puertas el próximo 19 de mayo, igual que los demás museos franceses.
Pero este museo tendrá un nuevo inquilino: el nuevo presidente Joe Biden, lo que ha supuesto el envío al almacén de la figura de Trump. Y eso ha disparado el interés entre los admiradores de este último por hacerse con la figura.
"He recibido correos electrónicos y llamadas telefónicas de nostálgicos. Querían comprar la estatua. Algunos hasta han conseguido el número de teléfono de mi domicilio personal", señala el director del museo, Yves Delhommeau, en unas declaraciones que publica este sábado el diario Le Parisien.
Entre ellos, explica, había "un inglés muy decidido", pero insiste: "Yo no he querido ceder. El museo no vende las estatuas. No hacemos política".
La estatua de Trump fue desmontada y enviada a un almacén de las afueras de París, cuya localización se mantiene en secreto, donde están guardadas las figuras de cera que se retiran para hacer sitio a las nuevas incorporaciones.
El Grévin añade nuevas figuras internacionales cada año, para lo que se basa en la actualidad mundial. Para las figuras nacionales, reúne anualmente a un grupo de académicos que toman la decisión.
En pleno centro de París, el Museo Grévin acogía antes de la pandemia unos 700.000 visitantes anuales. Creado en 1882 cuando los museos de cera eran la única forma de ver de cerca a los famosos, se ha mantenido como una tradición para muchos turistas que visitan la capital del Sena.