MasterChef vivió ayer una de sus noches más escandalosas en el sentido más literal de la palabra. Y es que al reality de RTVE le han caído, de nuevo, multitud de críticas, como ya es costumbre, sobre todo en estas últimas ediciones. Se trata de un programa que apasiona a la audiencia- ayer alcanzó los 15,3 puntos de share- pero que ya empieza a parecerse más a Gran Hermano que a lo que comenzó siendo el formato culinario de la televisión pública.
Los gritos de Samantha en la prueba de exteriores -seguramente merecidos porque el nivel gastronómico de ayer tampoco es que fuese demasiado elevado- no han gustado a los espectadores y la comunidad twittera estalló con tal despliegue de alaridos. El cocinado fue caótico de principio a fin y por momentos, incluso, bochornoso para un programa que tiene más acostumbrado a sus seguidores a destacar por el humor y el juicio constructivo de Jordi, Pepe y Samantha que al caos que se vivió ayer en cocinas.
La concursante gallega, Ofelia, por su parte sumó un programa más manteniéndose en una línea estable, no fue la mejor en la primera prueba, pero tampoco la peor y en el cocinado en exteriores demostró estar a la altura y salvarse de la prueba de expulsión. La jinete ha evolucionado y cada vez son menos los arranques infantiles y alocados a los que nos tenía acostrumbrados. Parece que, aunque sigue buscando el amor en MasterChef, ha madurado y su evolución está siendo de las mejores, de hecho y como viene siendo habitual, ha vuelto a ser tendencia en la noche twittera del martes. Lo mejor del programa, sin duda, fueron sus coqueteos con Jose, el cardiólogo murciano con el que, dejando a un lado las idas y venidas, mantiene una excelente relación de amistad y compañerismo.
Nuevos líos
Lo peor de la noche para muchos usuarios de la red fue cuando los jueces imitaron el idioma chino al dirigirse a Jiaping. No le gustó a Twitter y ha sido considerado de conducta racista por muchos telespectadores, algo que ensombrece el carácter amable del que ha hecho gala siempre MasterChef. Aunque las polémicas nunca le han faltado.
El expulsado de la noche fue Dani, que quiso repetir un bizcocho para ofrecer la mejor versión de la tarta que le tocó preparar y empeoró su situación convirtiéndose en el blanco de los jueces.