Se quedó en un espejismo la victoria del Racing sobre el Valladolid Promesas tras la derrota encajada ayer ante el Extremadura (1-0). Lejos de iniciar una racha de resultados positivos, el equipo ferrolano dio la de arena ante un rival que se encontraba en la penúltima posición de la tabla clasificatoria y que, gracias a este resultado, ve el futuro con algo más de optimismo. Al cuadro verde, en cambio, no solo le vuelve a impedir acercarse a la zona alta de la tabla clasificatoria, sino que la deja más cerca de los puestos de peligro.
Un tiro de Kike Márquez, tras ganar la espalda a la defensa racinguista, cuando se habían disputado poco más de diez segundos parecía anunciar problemas otra vez para el equipo ferrolano en el tramo inicial del partido. Eso, sin embargo, no pasó. Al contrario, tanto el cuadro verde como el Extremadura rivalizaron en imprecisiones en el centro del campo que hicieron que ninguno fuese capaz de llegar con claridad a la portería contraria y, por ello, generar ocasiones para estrenar el marcador.
Pareció, con el paso de los minutos, que el Racing empezaba a tomar un mayor control de la situación. Con Fran Manzanara como epicentro de todas las operaciones –ofensivas y defensivas–, el equipo ferrolano trataba de encontrar por las bandas, sobre todo la izquierda, la manera de poner en apuros a su rival. Mientras, el Extremadura se aprovechaba de los errores del adversario para disponer de ocasiones que, sobre todo, significaron lanzamientos lejanos. Pero ni de una ni de otra manera se movió el marcador, así que todo quedó por resolver.
Empezó la segunda parte con un Extremadura dispuesto a apretar desde el principio ante un rival que, como le está pasando, parece salir despistado en cada uno de los períodos. De ahí que rondase con peligro la portería racinguista, aunque sin llegar a crear verdadero peligro. El cuadro verde, en vistas de esta situación, apostó por mover el banquillo para tener más presencia sobre el terreno de juego y, en realidad, la entrada de Juan Viacava y Alayeto renovó las opciones del equipo en el campo.
Cambiaron las tornas con ellos dos sobre el terreno de juego en un decorado en el que partido empezó a romperse, con llegadas continuas a las dos áreas. En una de ellas, de hecho, el equipo ferrolano dispuso de su mejor ocasión del partido en un centro de Heber Pena desde la izquierda que Alayeto remató a las manos del portero local. De todas maneras, el cuadro verde pareció estar más metido en el partido, con más argumentos para marcar el gol que le dejase el triunfo en franquía.
Sin embargo, otra vez acabó pagando caros los despistes. Uno de ellos casi le cuesta el gol en una acción en la que Sandanza estuvo a punto de permitir a un compañero marcar a placer. La segunda, sin embargo, ya fue definitiva y llegó en una acción a balón parado en la que Kike Márquez se adelantó a su rival para marcar con un disparo rápido.
A partir de ahí el Racing intentó apretar en busca del gol del empate, pero ya no llegó a conseguir el tanto que buscaba a pesar de acumular gente en la delantera.