Ferrol es la “casa” actual del patrullero “Centinela” (P-72), que ayer celebró sus 30 años al servicio de la Armada española. También la ciudad naval vio el nacimiento de este buque desde los astilleros de la antigua Bazán. Pero su base no ha sido siempre ésta y antes de 2011 el “Centinela” sonaba con acento canario, ya que su base estaba en Arsenal Militar de Las Palmas de Gran Canaria, donde comenzó su vida profesional tras recibir su Bandera de Combate por parte del Cabildo de la isla de La Palma, en el puerto de Santa Cruz el 9 de julio de 1995.
Estos días, el patrullero de altura se encuentra fuera de su base, alistándose para su próxima operación de seguridad marítima y llevando a cabo actividades de seguridad cooperativa en Túnez.
Aunque la mayor parte de su actividad se desarrolla en las costas españolas, el patrullero tiene a sus espaldas un largo recorrido por el mundo. Fue escolta y apoyo a la Regata “Colón 92”, junto a las réplicas de las naos del descubrimiento, en su viaje a América y apoyó a la flota pesquera española en Canadá durante la conocida como “guerra del fletán” en el año 1995. También en el incidente con Perejil, el “Centinela” realizó labores de vigilancia marítima y presencia naval en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y en los peñones e islas de soberanía española en el Mediterráneo.
El control de la frontera marítima en el estrecho de Gibraltar y aguas del archipiélago canario o la colaboración con la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria forman parte de su extenso currículo en el que también se incluyen las operaciones de apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contra el tráfico de drogas. Rescate y salvamentos en la mar y participación en otras numerosas operaciones de apoyo a la Marina de Guerra africana conforman una historia que se centra ahora básicamente en la realización de operaciones de vigilancia y seguridad del entorno marítimo en los espacios de soberanía nacional.
Al mando del capitán de corbeta Miguel Pereira Martínez, el patrullero de altura deja alto el pabellón del que es ya el octavo buque de la Armada con el nombre de “Centinela”.