El Intasa rozó un trofeo de Copa Galicia que en la noche de ayer se le escapó entre los dedos ante un Arenal Emevé con más acierto y cabeza fría en los últimos minutos que los Flavio Calafell, ganando en un igualado partido por 1-3.
Y es que los anfitriones comenzaron de manera plácida el encuentro –eso sí, casi una hora más tarde de lo previsto en una jornada en la que todo se prolongó más de lo esperado–, anotándose una primera manga por un claro marcador de 25-14, y el que el, todavía en acoplamiento, Intasa mostró su buen hacer tanto en el remate como en el bloqueo. Con el líbero Pakito ejerciendo de capitán en esta final de la Copa Galicia, el camino hacia este brillante objeto comenzó a torcerse para los de Calafell en la segunda manga, en la que, en el tira y afloja continuo entre ambas escuadras, fueron los lucenses los que se llevaron el gato al agua, a pesar de que el Intasa tuvo ocasiones para colocarse con dos mangas a su favor.
Con el 1-1 en el marcador, de nuevo, un atípico set en el que. en esta ocasión, fue el Intasa el que se mostró mucho más flojo que su rival, que se puso por delante a pesar de los intentos de remontada de los de San Sadurniño (17-25). Con el 1-2, comenzó una cuarta manga en la que podía quedar sentenciada la Copa, como así finalmente fue. Tras un igualado comienzo, el grupo de Calafell se hizo con mínimas rentas pero, sobre todo, con la sensación de que llegar al quinto set era más que posible. De hecho, el Intasa alcanzó un claro 24-21, a solo un punto de ese “tie break”, y a partir de ese momento entre los errores locales y el empuje del Emevé, el encuentro dio un giro que, en esta ocasión, favoreció a los lucenses. Con varios empates en el marcador, el Emevé tuvo que llegar al punto 27 para poder celebrar la Copa y el Intasa conformarse con la segunda posición.
Cabe señalar que el Intasa había disputado por la mañana una semifinal que se prolongó más de tres horas ante el Boiro y que terminó ganando 3-2 en un “tie break” que tuvo que volver a comenzar, con 0-5 a favor de los visitantes –cuando los locales estaban a solo dos puntos de los 15 para ganar–, debido a un error en la rotación local. A pesar de esta desventaja, los de Calafell fueron poco recortando distancias y, en un igualado final, consiguieron hacerse con esa quinta manga que les dio el pase a la final (3-2). Por su parte, su rival se impuso al Dumbría –a la postre, tercero– por un marcador más holgado de 3-0.