La del lunes fue la noche de la televisiva A Coruña que colapsó las pantallas de los casi seis millones de espectadores que siguieron MasterChef Celebrity una semana más. Era de esperar que en una jornada como la de ayer el programa batiese récord de audiencia, seguramente con picos en los momentos en los que se desarrolló la prueba de exteriores en una ciudad mágica como la herculina. No fue la gastronomía lo que brilló en realidad, ni los concursantes que no pasaron por su mejor cocinado, sino que fue la ciudad de la luz, de la lluvia, de la niebla y del sol la que se llevó todo el protagonismo. Una Coruña llena de magia que se mostró como es: dinámica, de contrastes, atlántica y gastronómica.
Los concursantes se reunieron con los jueces a pie de la Torre de Hércules, dejando entrar en las pantallas de la audiencia una panorámica majestuosa del faro romano más antiguo en funcionamiento declarado Patrimonio de la Humanidad. Allí estaba el gran anfitrión de la noche, Luis Veira, que diseñó un menú de una Estrella Michelín para que los conscursantes deleitasen el paladar de los 80 comensales que esperaban impacientes en el gran salón de su restaurante Árbore da Veira. Un menú compuesto por steak tartar de vaca gallega, esferas de café y escabeche, al que siguió un bogavante a la llama con jugo de algas, percebes y patatas de Betanzos. El festín continuaba con una merluza a sesenta y tres grados con pilpil de pimientos de Padrón, y, para cerrar la comanda, bica, queso y membrillo. El menú hubiera sido una gran idea si los concursantes hubiesen conseguido, al menos, cumplir con las altas expectativas del chef coruñés. Pero, hechos los equipos, el mal rollo se instaló en el grupo rojo con Terelu y Victoria Abril a punto de echarse los trastos a la cabeza y el resultado no pudo ser peor: ni patatas de Betanzos, el bogavante pasado, las elaboraciones a medio hacer y la vergüenza ajena de unos jueces que tampoco estuvieron acertados en el programa de ayer.
Acento gallego
De hecho, uno de los momentos más comentados en Twitter fue la poco acertada imitación que hicieron los tres chefs del acento gallego, la red ardió y los internautas mostraron su absoluto enfado y desilusión con la actitud de Samantha, Jordi y Pepe.
El final de la noche no pudo ser más desilusionante con la expulsión de Yotuel que no merecía salir ayer, es la TV y, seguramente, otros concursantes como la hija de María Teresa Campos o la polémica actriz, Victoria Abril puedan dar más chicha, en lo referido a la audiencia que en realidad es lo único que reluce, el espectáculo, porque los fogones andan este año a medio gas.