El Intasa volvió a comprobar la dureza de la Superliga por segunda vez en su historia hace siete días ante un Melilla contra el que no esperaban encontrarse tanta distancia en su juego. Los de San Sadurniño tienen esta tarde una segunda oportunidad para resarcirse en este arranque liguero, puesto que los de Calafell se ven las caras ante un viejo conocido como es el Boiro –19.00 horas, A Cachada–. Un adversario ante el que midieron fuerzas hace unas semanas con motivo de la Copa Galicia en un maratoniano duelo que, finalmente, cayó del lado de los locales.

“Es una final”, comenta el entrenador de la escuadra del Intasa, “vamos a intentar revertir las cosas que no salieron en el otro partido que jugamos en la Copa”. Y es que para el técnico argentino locales y visitantes tienen un grupo “a prior, parejo, con similares posibilidades de triunfo” y contra el que un triunfo sería un gran paso adelante para los suyos antes de unos próximos rivales que, sobre el papel, se presentan más complicados, como Palma y Guaguas. Así, hacerse con la victoria en una siempre complicada cancha como A Cachada –”siempre hay mucha gente, sienten mucho el voleibol”, comenta Calafell– repondría a la formación azulona y sería el refrendo al trabajo local de una plantilla en la que en este inicio liguero se respira cierta “Incertidumbre”, como apunta su preparador.

Los de San Sadurniño buscan esta tarde ese “subidón” que les dé la victoria y, además, lo harán en una pista de Boiro en la que se prevé la presencia de un buen número de aficionados del Intasa dispuestos a apoyar a los suyos.