La cooperación de la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local de Ourense ha culminado con la detención del presunto autor de un delito de maltrato animal y daños por la colocación de alfileres dentro de comida para perros que colocaba como cebos cárnicos en diversos puntos de la capital ourensana.
Así, según ha informado la Policía Nacional, tras más de cuatro años de labor policial de las fuerzas de seguridad, las operaciones 'Inu' y 'Alfinete' han dado como resultado el esclarecimiento de los hechos.
En concreto, agentes de Policía Nacional de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, en colaboración con la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense, Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y la Jefatura de Policía Local de esta ciudad, llevaron a cabo desde principios del año 2017 diferentes gestiones, así como diligencias de investigación para el esclarecimiento de varias apariciones de trozos cárnicos de alimentación de animales, concretamente comida para perros, con alfileres clavados en su interior, en diferentes puntos de la ciudad de Ourense --calle Quintián, Ramón Piñeiro y Sanchez Arteaga, Parque da Chapa, Rio Mao--, tipificado como un delito de maltratato animal y daños.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tuvieron conocimiento de varios delitos de maltrato animal y daños desde el año 2017, cuando se recibieron en dos bares del barrio de O Vinteún en Ourense, dos cartas que amenazaban a los propietarios por permitir la entrada de perros en sus locales. Posteriormente, desde 2019 aparecieron en diferentes calles de las zonas trozos cárnicos con alfileres.
En noviembre de 2020 y, tras recibir denuncias en las que se adjuntan facturas por gastos veterinarios por importe de 606,37 euros, en una denuncia del 23 de febrero de 2021 se "da cuenta de una ingesta de una mascota de restos de carne con alfileres en las plaza Dos Bosco", destacan las mismas fuentes. En este caso ascienden los gastos veterinarios a más de mil euros.
Mientras, el 28 de febrero de 2020 por ingesta del mismo tipo de cebos cárnicos en la Avenida de Santiago, los gastos veterinarios ascendieron a 172,40 euros.
En 2020, las fuerzas de seguridad tuvieron, además, conocimiento del fallecimiento de un perro, tras ingerir uno de los cebos envenenados. En atestado del pasado 12 de marzo de 2021 se recogen unas cartas mecanografiadas dirigidas a dos personas en sus respectivos domicilios, cartas mecanografiadas con sus correspondientes sobres, en unos términos que, puntualizan las mismas fuentes, " se interpretan como amenazantes hacia sus personas, por la defensa realizada por ambos a favor de las mascotas y en contra de la aparición de los numerosos cebos cárnicos con alfileres". Fueron remitidas a la Brigada Provincial de Policía Científica para su análisis y estudio.
Debido a todo ello las diligencias de investigación se perfilaron en la planificación de la utilización de los medios técnicos destinados a la identificación del presunto autor del hecho.
MÁS CEBOS
Así, fueron entregados a agentes de la Policía Local en junio de 2021 otros 25 cebos similares a los anteriores en la calle Río Mao y el 9 de agosto de 2021 otros similares en el camino peatonal hacia el Colegio de Salesianos. Mientras, el 14 de agosto se realizó otra entrega de agentes de Policía Local de bolsa con nueve cebos hallados en el Parque do Peco.
Igualmente también se ha producido de forma esporádica la aparición de trozos de comida para animales con alfileres en otros lugares de la ciudad, concretamente en el barrio de o Couto.
Sin embargo, la Policía destaca la zona de O Vinteún donde han aparecido la mayor parte de estos cebos, por lo que el dispositivo operativo formado por la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local desplegó su labor en los puntos estratégicos considerados en su previa planificación de investigación, que llevaron a la comparativa y vigilancias concretas, en el marco de las que fue identificado el presunto autor del hecho.
VIGILANCIAS
Así, desde septiembre de 2021 se estableció un dispositivo conjunto de los tres cuerpos con vigilancias, que se centraron en los fines de semana, que era cuando solían aparecer los cebos.
Tras realizar varias averiguaciones e investigaciones, y después de realizar varios seguimientos por la zona, se identificó a un varón, "que por su peculiar forma de caminar fue observado en los lugares donde aparecían los cebos", concretan las mismas fuentes. A raíz de eso se estableció una vigilancia en el marco de la que fue sorprendido 'in fraganti', el citado varón cuando arrojaba en el parque Sánchez Arteaga 18 cebos el pasado 6 de noviembre.
Por ello, se procedió a su detención como presunto autor de un delito de maltrato animal y daños. Además, se realizó un registro domiciliario en el que se intervinieron prendas de ropa y zapatillas similares a las que observaron los agentes en las diversas vigilancia efectuadas, así como una barra de comida para perros, sustancia o paté para canes, dos cajas de alfileres, dos carteles de "prohibición de perros" con frases manuscritas en las que se leía, matiza la Policía, "porque no le coméis su kaka y le bebéis su orina, eso no verdad mejor la acera pública".
También hallaron una máquina de escribir y una carta mecanografiada de la misma tipografía que las recibidas por dos denunciantes, donde los agentes observaron que, además de la "clara y manifiesta animadversión hacia los perros y dueños de los mismos", aparece en más de una ocasión un nombre que "pudiera ser coincidente con el nombre de una de las víctimas que denuncian haber recibido una carta amenazante", añaden.
La máquina de escribir y las cartas manuscritas se enviaron a la Brigada de Policía Científica de la Policía Nacional para el cotejo de ambas, así como los productos cárnicos hallados en la vía pública y, posteriormente recogidos. La Policía ha destacado que "son plenamente coincidentes" con los recogidos en la vivienda del detenido el día de la práctica del registro, además "plenamente coincidentes los alfileres", de cabeza metálica plana y de cabeza de perla blanca.
Los cuerpos de seguridad destacan que "fue un laborioso operativo que creó una alarma en la sociedad ourensana, por la extensión en el tiempo y que el detenido actuaba de forma esporádica y sin constancia programada". También estos factores, añaden, ralentizaron las investigacione, pero los tres cuerpos "no cesaron en las investigaciones desde que se tuvo conocimiento de los primeros casos", añaden.
El detenido pasó a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción número 2 de Ourense durante la tarde de este domingo, tras lo que ha quedado en libertad con cargos.
"RIGOR Y PROFESIONALIDAD"
Sobre ello, el subdelegado del Gobierno en Ourense, Emilio González, ha destacado la colaboración de los agentes del Seprona de Ourense con la Policía Nacional y la Local en estos operativos que se han saldado con la detención de este varón.
Al respecto, el subdelegado ha subrayado que fueron más de cuatro años de "un laborioso operativo" de las fuerzas y cuerpos de seguridad. "Para llegar aquí fue fundamental el trabajo minucioso de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y de la Policía Local, que demostraron absoluto rigor y profesionalidad desde que se tuvo conocimiento de los primeros casos", ha apostillado.
Para Emilio González, con el esclarecimiento de estos hechos "se cierra un ciclo de investigación que creó una alarma social entre los propietarios de perros y en la ciudadanía ourensana en general por la extensión en el tiempo y debido a que actuaba de forma esporádica".