Los montes de Chá de Brión contarán con caballos gallegos de raza autóctona gracias a un proyecto puesto en marcha por la Asociación de Comuneros, una vez que han conseguido hacerse con la gestión de estos montes de propiedad municipal.
La iniciativa de preservación del monte contará con la ayuda económica del programa Leader, al ser uno de los seleccionados por Seitura 22 para recibir estos fondos en el apartado de proyectos no productivos destinados a entidades privadas –en este caso la agrupación de comuneros–.
Así las cosas, la asociación de desarrollo rural seleccionó en esta convocatoria 12 propuestas de las 32 presentadas, entre ellas la de los montes ferrolanos.
A la agrupación de comuneros de montes de Chá de Brión y Doniños se le ha dado el visto bueno a dos proyectos, uno es el de la implantación de un sistema de silvopastoreo con caballo gallego en la zona del Chá, con un presupuesto de 28.722 euros. De estos, la subvención supone un 78%, lo que implica 18.254,95 euros.
La propuesta se enmarca en las iniciativas no productivas, ya que el precio de los potros no es considerado como un negocio sino que se trata de una gestión de la biomasa.
El proyecto afecta a una superficie de unas treinta hectáreas de los montes y, como explica Fernando Martínez, desde la junta directiva, el proyecto prevé la instalación de un cierre con pastor eléctrico, instalación de un abrevadero y comenzar, así, con la cría de la raza autóctona de caballo gallego, como ya se hace en otras zonas como Barbanza y como el ejemplo de O Forgoselo, más cercano a la zona.
El representante de la entidad explica que el caballo “é unha especie idónea para rebaixar o toxo”, lo que posteriormente permitiría llegar a contar con una infraestructura ganadera en la que podrían incorporarse otras especies como las vacas cachenas.
El proyecto que abarcaría 2021 y 2022 se desarrollaría básicamente el próximo año, dedicando lo que resta del actual a desbroces en la zona. En 2022 se haría el cierre y la manga de manejo –curro– para la realización de labores de saneamiento el marcado de las reses. Contaría, además, con un abrevadero, ya que aunque en los montes de Chá corre agua, en los meses secos sería importante contar con ese almacenamiento. La idea pasa por disponer a finales del próximo año con media docena de caballos y comenzar la cría de estos.
Además del valor de los caballos en el cuidado el monte –Fernando explica que un caballo ahorra unos 300 euros por hectárea en desbroces, al año–, la idea es también “crear comunidade”, ya que la presencia de los animales generaría usos recreativos del monte, con visitas alrededor de ellos, creando además “comunidade entre os propios comuneiros”.
El proyecto de cría de equinos ha contado con la participación del técnico forestal de Lugo José Manuel Iglesias, que fue presidente de la comunidad de montes de Friol y que supuso para los comuneros de Chá “o indicado, pola experiencia que acumula”.
El proyecto que cuenta con subvención en el marco de Seitura enlaza con una segunda actuación vinculada con las mámoas de la zona.
Así, Fernando Martínez explica que el espacio que se va a destinar a los caballos no es el de mayor densidad de estos enterramientos, pero la idea es ir trasladándolos a donde existen más mámoas –ocultas hasta dos metros por la presencia de maleza–.
Desde la comunidad de montes mantienen limpias cuatro y la idea es señalizarlas con cartelería, para lo que se requiere el permiso de la Xunta, con el fin de que puedan ser visitadas. Posteriormente se pretende que el mantenimiento de esas limpiezas pueda efectuarse con los caballos.
Las subvenciones gestionadas a través de Seitura 22 permitirán también la puesta en marcha de otro pequeño proyecto vinculado precisamente con las necrópolis de los montes de Chá. Se trata de una iniciativa de puesta en valor, que está presupuestada en 12.627 euros y para la que ya se ha aprobado una subvención de 12.627 euros, un 56% del importe.
El proyecto, explican los comuneros, nace de la preocupación por el patrimonio arqueológico, ya que aunque las mámoas han sido expoliadas en su momento, se conservan los túmulos de tierra donde se hallaban las piedras. No se pueden encontrar, por tanto, en la zona dólmenes pero aún así los túmulos de tierra son antiguos y dan cuenta de los primeros enterramientos del neolítico.
Aunque la idea inicial era la de presentar un proyecto de excavación arqueológica, se optó finalmente por un trabajo de interpretación.
De este modo, el proyecto que se desarrollará con esta financiación será interpretativo y en colaboración con la UDC y el CIS.
Como explica Fernando, inicialmente se pusieron en contacto con el Instituto de Ciencias del Patrimonio, dependiente del CSIC para plantear la posibilidad de desarrollar un trabajo de interpretación, con el que se pudiese, además, ver la relación entre las mámoas y la topografía. También se establecieron contactos con un especialista en arqueoastronomía, debido también a la relación que se establece entre los monumentos megalíticos y su orientación astronómica.
La comunidad de montes llevará así a cabo un convenio con la UDC, de modo que se pretende poner en marcha el trabajo de interpretación de la necrópolis que se plasmaría en una aplicación móvil para que se pueda llegar a realizar un recorrido virtual por la necrópolis de los montes, además de la visita real a la misma.
Además de estas intervenciones, también está pendiente la firma de un convenio de colaboración con el Concello así como el desarrollo de la idea de poner en marcha un modelo de voluntariado ambiental, con el fin de llegar a un mayor número de gente.
Ya se cuenta, en las iniciativas propuestas, con colaboraciones con entidades medioambientales o patrimoniales como Vétula, Sociedade Galega de Historia Natural, Club Montaña o Ferrolterra Antiga.