Un cuarto de siglo del “desbloqueo” del último tramo de la AP-9 que revivió Ferrol

La ciudad naval llevaba décadas reclamando una autopista que la hiciera partícipe del crecimiento del resto de urbes gallegas; pero no fue hasta que quedó aislada por el accidente del “Discoverer Enterprise” cuando se puso en marcha un proceso que consiguió la luz verde del Gobierno central hace ahora veinticinco años
Un cuarto de siglo del “desbloqueo” del último tramo de la AP-9 que revivió Ferrol
Un tramo de la autopista que conduce a Ferrol | Jorge Meis

El ambicioso proyecto inicial de la Autopista del Atlántico contemplaba la unión de Tui con Ferrol. Sin embargo, desde la primera de sus obras —en diciembre de 1973, cuando comenzó la construcción del puente de Rande en la ría de Vigo— hasta que el vial llegó por fin a la ciudad naval transcurrieron 30 años.
 

Fue el 14 de diciembre de 2003 cuando los coches circularon por primera vez por el último tramo, el que une Fene y Ferrol. Con la inauguración, finalizaron décadas de reivindicaciones políticas y sociales contra el “aislamiento” que supuso no tener una conexión viaria completa con A Coruña, causando además kilométricas retenciones diarias en el municipio fenés.


Paradójicamente, el accidente que había dejado aislados a los ferrolanos en aquel martes 13 de 1998 cuando el “Discoverer Enterprise” partió en dos el puente de As Pías fue la chispa necesaria para que el engranaje político pisase el acelerador.

 

La sorpresa de Fraga


En el marco del V Congreso de Empresarios de Galicia que se celebró en Ferrol en octubre de 1999, el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, “sorprendía” al hacer público que “el problema del último tramo de autopista está desbloqueado”, tal y como tituló Diario de Ferrol hace 25 años en su número del 14 de octubre. 


Respondía así Fraga al alcalde de Ferrol, Xaime Bello, quien usó su intervención en el congreso para pedir cuentas en materia de comunicaciones; pero evitaba hablar de plazos. Por su parte, Audasa, la empresa que se iba a hacer cargo de las obras “no quiso informar” sobre el tema, pero el Ministerio de Fomento sí señaló que “se ha logrado un acuerdo con la empresa concesionaria de la autopista que ahora está pendiente de dictamen por parte del Consejo de Estado y, posteriormente, del de Ministros”.


Doce años de trámites 


Hasta aquel momento, fueron varios los pasos que se habían dado. Por un lado, en diciembre de 1991, Fomento había encargado la redacción de un estudio informativo sobre el tramo Fene-Ferrol, que no se aprobó hasta noviembre de 1993 por parte de la Dirección General de Carreteras.


Dos años después se firmó la declaración de impacto ambiental y en enero de 1998, tras el accidente del “Discoverer”, el Gobierno central incluyó oficialmente el proyecto dentro del trazado de la AP-9 y declaró la exención de peaje. Hubo que esperar aun al 27 de septiembre del 2000 para que el consejo de administración de Audasa adjudicase los trabajos a Dragados.


Casi tres años de obras

 
Fueron algo menos de tres años de obras, que todavía comenzarían el 31 de enero de 2001. Se manejaba un presupuesto inicial de 25.000 millones de pesetas —12.500 millones para los trabajos en sí— y la planificación enumeraba el inicio en el enlace de Fene, continuando por los viaductos de Magalofes y Vilanova para acometerse después el túnel de O Sartego, que en su momento fue el subterráneo más largo de Galicia con un kilómetro de longitud.


El cronograma de los técnicos continuaba con el enlace en Neda y, después, el puente sobre la ría de Ferrol, dejando paso a los ramales de O Couto, Freixeiro y San Xoán, donde conectaría con el Acceso Norte de Ferrol. La previsión que manejaba Dragados fechaba el fin de la autopista para septiembre de 2003.

 

Lo que faltaba


El vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez-Cascos, puso la primera piedra en O Sartego junto a Fraga el 31 de enero de 2001, dando el pistoletazo de salida a unos trabajos que estaban llamados a agilizar el paso de los casi 12.000 vehículos que llegaban a diario al último peaje, Vilar do Colo, provocando los embotellamientos en Fene. Así, se construyeron 9,1 kilómetros, con un coste medio de 12.912 euros por cada uno, casi triplicando la inversión habitual.


Más de 20.000 vehículos usaron el nuevo tramo en su estreno, el 14 de diciembre de 2003; sin embargo, no todo fueron alegrías. Se quejaba el regidor naronés, Xoán Gato, de que faltaban las conexiones de Freixeiro y Río do Pozo, y la de A Gándara y O Couto, por las que, de nuevo, habría que esperar. De hecho, el primer ramal se inauguró en julio de 2007 y el segundo al año siguiente que, junto con la conexión al puerto exterior, dibujaron la red vial tal y como la conocemos ahora. 

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COLABORADORES
Deputacion
Puerto Ferrol
Concello Ferrol

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