El Gobierno central ha cumplido su compromiso de abrir la calle Nova de Caranza al tráfico rodado –aunque sea temporalmente– en el día de ayer, para evitar más molestias de las ya sufridas para la ciudadanía, sobre todo la del barrio de Ultramar. El esfuerzo de la adjudicataria por llegar a esta fecha ha sido evidente, y, del mismo modo que criticamos los retrasos, debemos ser justos y valorar cuando no se producen. Ojalá que este paréntesis sirva para dar oxígeno, aunque temporalmente, a la zona.